
Redes sociales
BlueSky: el enésimo intento de reemplazar a Twitter (o X)
►Esta red social, surgida de Twitter, se parece mucho a ella y ha generado mucho interés recientemente. No está claro que gane la batalla

La victoria de Donald Trump en las presidenciales de Estados Unidos y la designación de Elon Musk (propietario de X) como uno de sus primeros espadas, o la desinformación y bulos tras el desastre de la DANA, han propiciado una «fuga» de cuentas, tanto corporativas como de usuarios particulares, a una nueva red social, BlueSky.
El hecho de que detrás del equipo fundador también esté quien liderara Twitter, Jack Dorsey, y que su funcionamiento y estética sean muy parecidos ha hecho que se genere una burbuja, al menos de ilusión, acerca de esta nueva propuesta. La pregunta es si este boom se mantiene o si asistiremos a un nuevo efecto soufflé.
Qué es BlueSky
BlueSky es una red social que ha captado la atención de millones de usuarios desde su lanzamiento en abril de 2023. A diferencia de las plataformas tradicionales, BlueSky se basa en un protocolo descentralizado conocido como AT Protocol, lo que permite a los usuarios tener un mayor control sobre su identidad, contenido y conexiones sociales.
BlueSky comenzó como una iniciativa de investigación dentro de Twitter en 2019, liderada por el entonces CEO Jack Dorsey. El objetivo era explorar la descentralización de la plataforma. En agosto de 2021, Jay Graber fue contratada para liderar el proyecto y desarrollar lo que ahora se conoce como el AT Protocol. En 2022, BlueSky se convirtió en una empresa independiente, separándose completamente de Twitter. La plataforma permite a los usuarios personalizar sus feeds y unirse a diferentes comunidades, fomentando un espacio de diálogo más diverso y menos conflictivo.
Abandonar o no X
Desde su lanzamiento, BlueSky ha crecido rápidamente, especialmente en las últimas semanas. La red social ha ganado más de 1,5 millones de usuarios en la última semana. Además, el uso de la aplicación en EEUU aumentó un 519% en comparación con los primeros 10 meses del año. BlueSky supera los 20 millones de usuarios.
Algunos están abandonando X. Desde que The Guardian primero y tras este medio muchos otros decidieran cerrar sus perfiles (por diversos motivos), el crecimiento en BlueSky ha sido ascendente. Otras cuentas corporativas no van a seguir el mismo camino. Carlos Fernández Guerra, responsable de comunicación en redes sociales de Iberdrola, se muestra tajante. «No, en absoluto nos iremos de X» porque «esta red aporta valor a Iberdrola y nuestra relación con los stakeholders. X no sólo es útil para conectar con la audiencia española y mostrarles la realidad de nuestra compañía, sino que es un buen canal también para atender a los clientes que así lo deseen a través de esta app», defiende, añadiendo que es una plataforma que les permite llegar a «públicos relevantes» (como inversores e instituciones internacionales, profesionales y proveedores de todo el mundo).
Mauro Fuentes, presales and delivery manager en Izertis DEX a Digital Marketing Agency, considera que la decisión de abandonar o no X «dependerá de cuál sea la estrategia de la marca en Twitter y los valores que quiera comunicar». Aunque no cree que haya que abandonarla, sí que se abre la opción de revisar la estrategia. «Muchos anunciantes están congelando las inversiones publicitarias en esta plataforma. Lo ideal es entender el impacto que esto podría tener. Pero si se usas como canal de atención al cliente o de Social listening mejor seguir teniendo presencia aunque sea más reactiva», explica.
¿La definitiva?
No es la primera vez que hay una red social que parece que va a acabar con X. ¿Es BlueSky la definitiva?
«Es difícil conjeturar eso con unos pocos días de crecimiento sostenido, lo que está claro es que no va a llegar en un corto plazo a los números de X o los que Threads consiguió en muy poco tiempo», señala Fuentes, aludiendo a la red alternativa promovida por Instagram y, a la postre, de las pocas que ha podido acercarse a su nivel. «No creo que haya una caída grande de este suflé, parece que BlueSky ha llegado para quedarse y está construido para resistir los problemas que X ha podido tener en cuanto a infraestructura se refiere», añade.
Sin embargo, Fernández Guerra teme que «el hype que ha vivido estos días sea engañoso y quizás, inflado artificialmente por algunos. A los profesionales y marcas nos encantaría que triunfara, como con todos los canales, para seguir diversificando y amplificando audiencias. Pero sólo el tiempo lo dirá. De momento, no tiene una masa crítica de usuarios, ni tiene un gran uso y, sobre todo, no tiene influencia real. Tan solo las ganas de muchos de no depender sólo de una plataforma para comunicación inmediata y oficial o consumir contenidos y conversar».
Por eso mismo, no cree «en absoluto» que X esté herido de muerte y, de hecho, confía en que no sea así porque «generaría un enorme problema a instituciones (por ejemplo, la Casa Real sólo tenía presencia en esa red hasta hace unos meses, que la ampliado a Instagram) y líderes políticos e informativos acostumbrados a dar y comentar información únicamente en este canal». Apostilla que X «es un exponente de los retos que tienen y siempre han tenido los importantísimos medios sociales, tanto su regulación (sin abusar de esta) como su gestión y control como, sobre todo, la educación digital de la gente, para asegurarnos de que se hace un buen uso y se impulsan valores como el respeto, la seguridad y la racionalidad crítica».
Pero Mauro Fuentes no lo ve igual. «Mi yo de hace 16 años quiere pensar que no está herido de muerte, pero ya he asumido que quizá haya que dejarlo ir. Me gustaría pensar que pueda cambiar de manos de nuevo... pero quizá haya que acostumbrarse a esta situación”, reflexiona.
¿Fue entonces la venta de Twitter un error, visto lo visto? «Para Elon Musk seguro que no, y para el consejo que estuvo involucrado en la venta creo que no hubo mucha más opción», expone Mauro Fuentes, quien añade que «para el común de la sociedad fue un error, del que deberíamos aprender. Esperemos que el cielo azul no se nuble». Una visión con la que coincide el responsable de Iberdrola. «Para los dueños iniciales, no, porque rentabilizaron su creación. Y Musk no parece preocupado por el rendimiento económico de su inversión. Los usuarios tienen la libertad de permanecer o no, activos o pasivos (yo sigo, casi 17 años después de llegar)».
De Twitter a X: dos años en manos de Elon Musk
►Desde que Elon Musk comprara Twitter, ahora rebautizada como X, la red social ha estado envuelta en constantes controversias, empezando por su cambio de imagen y de nombre corporativo.
Una de las primeras polémicas fue la restitución de la cuenta del expresidente estadounidense Donald Trump, lo que generó un gran debate sobre la libertad de expresión. Además, Musk implementó un sistema de pago para la verificación de cuentas, lo que provocó la salida de muchos usuarios y anunciantes importantes como Disney y Apple. La valoración de X ha caído un 71,5% desde la compra de Musk, según estimaciones de sus inversores.
Mientras, BlueSky ha atraído la atención de varios inversores importantes. En octubre de 2024, la empresa recaudó 15 millones de dólares en una ronda de financiación Serie A liderada por Blockchain Capital. Entre los miembros destacados de su junta directiva se encuentran Jeremie Miller, desarrollador de la plataforma de mensajería Jabber, y Mike Masnick, fundador de Techdirt.
Jay Graber, la CEO de BlueSky, tiene una trayectoria que abarca el activismo, el desarrollo de blockchain y las redes sociales. Su visión es crear un sistema descentralizado que pueda escalar a miles de millones de usuarios, poniendo el poder de vuelta en manos de los usuarios.
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