Carly OBD para una rápida diagnosis de vehículos

Hace unas semanas me propusieron probar Carly OBD. Se trata de un pequeño escáner OBD₂ de diagnosis de vehículos, muy sencillo de utilizar, que basta con pincharlo en el puerto OBD de los vehículos compatibles (modelos posteriores al año 2001), para obtener un diagnóstico completo de averías del coche, con averías o fallos ocultos que pueda tener. El puerto suele estar situado en el lado izquierdo del salpicadero. A diferencia de los productos más tradicionales que dependían de un portátil o sistema profesional de talleres, este pequeño lector se vale de una aplicación instalada en el móvil para conectarse por Bluetooth y reportar toda la información. Tras descargar la app en el móvil, es necesario registrar el modelo del vehículo y el año de fabricación. Si desea aprovechar todas sus funcionalidades, se recomienda usarlo con vehículos de 2015 en adelante. Una vez pinchado en el puerto y arrancado el motor, pulsa “conectar” en la aplicación del móvil para comenzar el proceso de escaneado, que en mi caso, apenas me llevó tres minutos con un Hyundai Tucson.

Se trata de una herramienta especialmente útil si deseas adquirir un coche de segunda mano y tener garantías de su estado, de los kilómetros reales que ha recorrido, y del estado general de su mecánica. También permite borrar aquellos códigos de fallo que no sean críticos. Con la compra del producto (54,90 €) accedes al paquete básico o lite con informe genérico. Carly incita a adquirir una suscripción a su servicio premium por el que se paga 1,58 € al mes por vehículo, o 6,16€ al mes para todas las marcas. Existe una opción adicional de 109,99 € al año que incluye Carly Smart Mechanic, un asesor mecánico pensado para usuarios que realizan reparaciones por cuenta propia, o aquellos que desean conocer el precio de reparación.

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