La contra

«Nuestros sanitarios cumplen ocho Objetivos de Desarrollo Sostenible»

Diana Yousef

CEO y fundadora de change: Water Labs

Diana Yousef, CEO y fundadora de Change: Water Labs, desarrolladora del iThrone
Diana YousefAlberto Carrasco

Un retrete sin cisternas ni tuberías, que elimine los residuos de forma limpia, barata y respetuosa con el medio ambiente sería una opción para los más de 4.500 millones de personas en todo el mundo sin acceso a cuartos de baño higiénicos y seguros. Un gran problema derivado de la falta de instalaciones de agua corriente, de alcantarillado, etc., que impiden la instalación de retretes con unas mínimas condiciones higiénico sanitarias en zonas de bajos recursos, sequías, campos de refugiados, etc., y una fuente de enfermedades y contaminación del agua. Además, la carencia de cuartos de baño separados por sexos en dos de cada tres colegios en países menos desarrollados origina el abandono de escolar de niñas expuestas a ataques físicas y sexuales. Por eso, el iThrone desarrollado por Diana Yousef ha sido reconocido con el primer galardón en los Premios Fundación Mapfre a la Innovación social recientemente.

¿Cómo funciona el iThrone?

Como una planta, esta inspirado en el sistema natural. Las plantas tienen distintos elementos moleculares de manera que las raíces absorben el agua y las hojas la evaporan. Hay todo un ciclo por el que el agua pasa de las raíces a las hojas. En el caso del iThrone la clave está en una bolsa donde se recogen los residuos que está hecha a base de combinación de polímeros; estos tienen una propiedad evaporativa y absorben los líquidos y los eliminan por evaporación convertidos en agua limpia.

¿Sin fontanería ni electricidad?

Exacto, sin tirar de la cadena. Solo necesita esa bolsa y un ventilador acoplado que crea un flujo de aire que favorece esa evaporación. Pero no es necesario aire caliente, de manera que con una pequeña placa solar es suficiente para proporcionar la energía necesaria.

¿Qué otros requerimientos tiene?

Simplemente una caseta adecuada para instalar el inodoro. Y puede ser de los materiales disponibles en cada lugar, ladrillos, o madera.

Parece ser una buena solución.

Es más barato que otros inodoros sin cisterna y necesita mucho menos mantenimiento. Puede ser utilizado hasta 50 veces al día y las bolsas, que serán 100 por 100 compostables, pueden durar hasta dos meses. Nuestros sanitarios tienen la capacidad de impactar en ocho de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

¿Podrá ser producido en las propias comunidades que lo necesiten?

Salvo la bolsa, que es necesario que tenga el alto estándar de calidad que requiere, sí. El resto de los materiales son asequibles y están disponibles en muchos lugares. De hecho, la idea es que sean nuestros socios sobre el terreno quienes hagan la caseta y el resto de lo necesario. Nosotros enviaríamos el resto como un kit.

¿Hay iThrone ya en uso?

Tenemos experiencias en Panamá y en Uganda. Allí hay dos que están en un hospital de mujeres y en una escuela de niñas y dan servicio a 400 personas cada semana.

¿Están dando los resultados previstos?

Sí. El de Panamá, por ejemplo, ha funcionado tres meses antes de necesitar cambiar la bolsa. Todo depende de cómo de rápido se acumula el sólido y el líquido. Tiene capacidad para evaporar de 5 a 10 litros diarios y está pensado para 50 litros usos al día. Si en una casa o en una comunidad, hay diez personas y van al baño 5 veces cada día, la bolsa puede durar entre uno y dos meses.

¿Cuándo estará disponible en el mercado?

Planeamos lanzarlo en los próximos 12 a 18 meses.

¿Qué falta para llegar a ese punto?

Más presupuesto para avanzar en I+D para que la bolsa, que ahora es compostable al 95%, lo sea al 100%. Pero sabemos ya cómo hacerlo y tenemos puesto el foco en que llegue al mercado lo antes posible.

¿El premio que ha ganado, cómo ayudará al proyecto?

Será muy, muy útil para acortar esos plazos.

Perfil

Nueve años detrás de un objetivo

Bioquímica y también titulada en Negocios, ha trabajado en cooperación para el desarrollo con el Banco Mundial, Naciones Unidas, y el sector privado. Su origen familiar egipcio ha influido en su concienciación sobre la importancia del agua para la salud. Desde hace nueve años está volcada en que su idea de proporcionar saneamiento sin agua a zonas urbanas pobres y a comunidades aisladas sea realidad. Ella y otros ocho profesionales se afanan en conseguirlo a través de su start up chage: Water Labs.