Valencia
Escena M: pequeños, no menores
El festival de la Red de Teatros Alternativos reúne 17 propuestas en ocho salas independientes. Desde DT y Cuarta Pared a Kubik Fabrik, el certamen reúne en su renovado formato montajes para público adulto y familiar de danza y teatro
Danza que trata de cuartos de baño, historias ficticias creadas a partir de fotografías antiguas, teatro de protesta... Escena M, el renovado festival que organiza la Red de Teatros Alternativos, tiene de todo entre sus 17 espectáculos. Hay, por ejemplo, una pieza de compromiso social, «Ladran, luego cabalgamos», que llega de Valencia con la compañía A tiro hecho (en El Montacargas, hoy, mañana y el domingo). U otra forma de protesta, también de Levante, pero desde la utopía positiva, «Yo de mayor quiero ser Fermín Jiménez», de El Pont Flotant (Cuarta Pared, puede verse hoy y mañana). Otros dos montajes coinciden hoy en la parrilla del certamen. El primero, «El cielo de los tristes», viene de Cataluña con el sello de una de las compañías con más solera y consolidadas dentro del circuito alternativo, Los Corderos (Kubik Fabrik, hoy y mañana). Es una pieza de teatro físico, prácticamente danza con algo de acrobacias –si quieren, denle la vuelta a la descripción– en una escenografía abigarrada de la que se sirven para acercarse al teatro de objetos. La segunda, «Aquí va a pasar algo», llega de Castilla y León: Zanguango Teatro trabaja el lenguaje físico con una obra que bucea en busca de la identidad personal (Sala Tarambana, hoy y mañana). Ya entrada la semana, se verá una «joyita», «Mi gran obra», un espectáculo aplaudido en el extranjero, tras el que encontramos a David Espinosa, un artista catalán que trabaja a pequeña escala. A 1:87, para ser más exactos. Jugando con un dioramo minúsculo, cuenta una historia que trata sobre la vida, casi un gran auto sacramental en miniatura (DT, jueves 12 y viernes 13, aunque antes puede verse en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, al margen del festival, hoy y mañana).
La historia de Escena M es algo enrevesada: el festival, que celebra su VIII edición, es en realidad una cita nueva, ya que estrena nombre y viene a sustituir a la antigua Muestra de Danza y Teatro que organizó la Red hasta 2011. La de ese año, en Ciudad Real, fue su última edición, al menos con ese nombre. La Muestra dependía económicamente de las comunidades autónomas en las que se celebraba de forma itinerante. En 2012, con el grifo autonómico cerrado, no se realizó. El mismo 2011, antes del parón del año siguiente, se ensayó la fórmula de Escena M, que llega a Madrid este 2013, aunque tampoco es exactamente un festival al uso, sino un escaparate condensado en unos pocos días de lo que ofrece el resto del año el Circuito de la Red de Teatros Alternativos, la principal iniciativa de la Red, asociación que reúne a 35 salas independientes de toda España. El Circuito, que va por su novena edición, ofrece una programación constante, que este año abarca a 21 compañías que giran por las 35 salas de la Red, con 203 representaciones. Para Escena M, el «festival» que nos ocupa, se ha contado con 17 de estas 21 compañías, que mostrarán sus trabajos en ocho salas de la capital. «En momentos de crisis, lo importante es la colaboración, y éste es un gran proyecto de colaboración: hay ocho salas implicadas que se ponen de acuerdo para darle un formato conjunto, también con ayuda del Inaem. Hay muchas sinergias y voluntades que hemos puesto de acuerdo para que salga adelante un proyecto con un presupuesto que podría decirse que es cero», explica el gerente de la Red de Teatros, Miguel Ángel Lozano. Se refiere al que maneja como entidad la propia muestra, lo que no quiere decir que no cuenten con apoyos. Por ejemplo, el de la Embajada de los Países Bajos, que promociona el único espectáculo extranjero del programa, «Paredes de papel», de Lesley Telford (DT Espacio escénico, día 10), una suerte de instalación coreográfica que reflexiona sobre el hogar, como lugar de refugio pero también como posible cárcel.
Fotos antiguas, divas decadentes
Le siguen «Greenwich Art Show», de Macarena Recuerda, artista catalana que monta una historia ficticia sirviéndose de diapositivas antiguas en un montaje con vínculos con el cine y la fotografía (Teatro Lagrada, sábado 14 y domingo 15); «Equilibrio», de Daniel Abreu, uno de los coreógrafos más conocidos del panorama independiente (Kubik Fabrik, 10 y 11). La «Sinfonía de cuarto de baño», de Vero Cendoya (AZarte, 10 y 11) y «Elegantly wasted», más danza, con humor y una diva decadente, de la compañía Nadine Gerspacher (La Usina, 13 y 14), ambas de Cataluña, cierran el programa.
La antigua Muestra, prosigue el gerente de la Red, «era un proyecto importante porque le daba visiblidad al circuito». Con Escena M, «la lógica es la misma que la de la Muestra: condensar funciones del Circuito que pueden verse en una ciudad pero en periodo muy corto». Y explica Lozano: «Para la ciudad de turno era una exhibición de lo que en creación escénica se está haciendo en ese lugar». Así, hasta el 15 de diciembre, Escena M trae a Madrid 28 funciones de 12 espectáculos para adultos. Todas responden a varios denominadores comunes: creación contemporánea, de autores vivos, y espectáculos con temáticas actuales, que tienen que ver con problemáticas del día a día. Y siempre en formatos medianos o pequeños. En el programa no se olvidan de la oferta para niños, con cinco espectáculos diferentes: la danza de «Babaol»; los títeres de «The Puppet Circus»; la poesía coreográfica y visual de «La luna en un cazo»; el teatro de objetos y de «Ros, melógamo mínimo de un viaje», en la que una mano cobra vida; y el relato forestal y bailado de «Wangari, la niña árbol».
El detalle
DE OLÍMPICA A VÍCTIMA DE LAS PATERAS
La oferta «alternativa» de Escena M es sólo una parte de la que ofrece la cartelera madrileña. Esta semana destaca un trabajo basado en hechos reales, «La increíble historia de la chica que llegó la última» (Sala Cuarta Pared, del 12 al 21 de diciembre). Esta obra de la dramaturga brasileña Carla Guimaraes surgió en los laboratorios de investigación ETC de Cuarta Pared en 2012 con un equipo de actores españoles y africanos dirigidos por María Folguera. Se trataba de lograr una mirada humana, vital y alegre para una historia que tuvo algo de heroico y de patético y un final terrible: es difícil no recordar a Samia Yusuf Omar, la atleta somalí que llegó la última a la meta, diez segundos después del resto, pero ovacionada por todo el estadio, en los Juegos Olímpicos de Pekín. Cuatro años después, Samia murió ahogada intentando llegar a Europa en patera con un sueño en mente: seguir entrenando.
Cuándo: hasta el 15 de diciembre.
Dónde: El Montacargas, DT, Lagrada, Kubik Fabrik, La Usina, Tarambana, Cuarta Pared y AZarte. Madrid.
Cuánto: Varios precios. bit.ly/entradasescenam
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