Audiencia Nacional

Trapero “lamenta” no haber hecho públicas sus discrepancias con Puigdemont sobre el 1-O

El mayor de los Mossos asegura que se postuló para detener personalmente al president si se declaraba la independencia

Segunda jornada del juicio a la cúpula de los Mossos por su papel en el proceso soberanista catalán
El mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero, durante su declaración en el juicio a la ex cúpula de la Policía autonómica por su papel en el "procés".EFE

Josep Lluís Trapero ha lamentado hoy no haber hecho públicas sus discrepancias con el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont tras instarle sin éxito a desconvocar el 1-O tres días antes del referéndum ilegal para evitar incidentes graves de orden público.

En su tercera jornada de declaración ante el tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga por rebelión, el mayor de los Mossos ha explicado que el 29 de septiembre, al día siguiente de esa reunión en el Palau de la Generalitat con Puigdemont, el entonces vicepresidente Oriol Junqueras y el conseller de Interior Joaquim Forn, la cúpula de la Policía debatió sobre la necesidad de convocar una rueda de prensa para explicitar que el Govern había desoído sus advertencias.

“Pensábamos que había un riesgo importante”, ha explicado Trapero, que ha recordado que tanto él como los otros dos mandos que asistieron a esa cumbre, los comisarios Ferrán López y Joan Carles Molinero, salieron de la sede de la Generalitat “muy insatisfechos y frustrados”.

Como alternativa, también pusieron sobre la mesa, ha dicho, la oportunidad de hacer público un comunicado, que se llegó a encargar al comisario Emili Quevedo. “Finalmente declinamos una cosa y otra”. A la vista de los acontecimientos posteriores, el acusado ha reconocido que ese paso atrás “lo lamentamos todos”.

Y todo eso después de que, según ha contado, Puigdemont les dejara claro que “tenían un mandato” y que su intención era “tirar para adelante”. “Señor president, que no tengamos que lamentar una desgracia”, le advirtió entonces el mayor de los Mossos al presidente de la Generalitat, según su versión.

“¿Entendéis que lo razonable es que lo detenga yo?"

Trapero ha vuelto a referirse al plan de los Mossos para detener a Puigdemont si se consumaba la declaración unilateral de independencia. Ha asegurado que pensó que si así sucedía “lo normal era que recibiéramos esa orden” y empezaron a trabajar en esa posibilidad.

“Nos parecía un hecho grave. Y que, por tanto, podíamos recibir una orden de detención del president o de miembros del Govern”. “Dí unas indicaciones”, ha recordado, tanto a Ferrán López como a Molinero. “¿Entendéis que lo razonable es que lo detenga yo? Soy el máximo responsable del cuerpo”, les preguntó. Pero ellos le disuadieron, porque debía quedarse al mando de la operación, y se ofrecieron para llevar a cabo la detención. La cúpula de los Mossos sí estuvo de acuerdo en que la operación iba a tener “una trascendencia y la va a tener de por vida”, por lo que debían ser “los máximos mandos del cuerpo” los que asumiesen las detenciones, de las que se encargarían comisarios o, como mucho, intendentes.

El mayor de los Mossos ha insistido en que “el sigilo era importante” y “no era una cuestión que debía conocerse por mucha gente porque no debía llegar a las personas afectadas”. Entre otras medidas, ha añadido, se acordó que existiese "un único interlocutor con los órganos judiciales, una tarea que se dejó en manos del comisario general de Investigación Criminal, Rafael Comes.

El “día de la marmota” de la intendente Laplana: “Me levanto y me acuesto con el 20-S”

La intendente de los Mossos d´Esquadra Teresa Laplana ha asegurado al tribunal que le juzga por su papel durante el asedio a la Consejería de Economía el 20 de septiembre de 2017 que ella no era “la jefa del operativo”, sino únicamente “la representante de los Mossos” en su calidad de máxima responsable de la comisaría del distrito barcelonés de l´Eixample. “Era un elemento de información cualificada para poder interlocutar con los responsables de la Guardia Civil”, ha calificado su papel.
A preguntas del fiscal Pedro Rubira, el mando de la Policía autonómica -para quien el Ministerio Público pide una condena de cuatro años de prisión por un delito de sedición- ha explicado que la actitud de la gente que se concentró a las puertas del edificio para protestar por los registros era “muy reivindicativa”, pero “no violenta”. “La afluencia de la gente al llegar era imparable y el número se incrementaba exponencialmente”. Ese día, ha recordado, se encontraba en su domicilio de baja por motivos médicos pero finalmente tuvo que acudir a la sede de Economía porque no disponía de más mandos y creyó que era su responsabilidad.
Respecto al motivo por el que no ordenó, como le pidió la Guardia Civil a primera hora, que habilitase un perímetro de seguridad en torno al edificio para facilitar la llegada de los detenidos que debían presenciar los registros, la acusada ha mantenido que "los técnicos de orden público consideraban que en el momento en que se hubiera intentado una acción policial para retirar a la gente hacia el centro del paseo seguro que hubiesen opuesto una oposición pasiva, e incluso activa, que podría generar desórdenes públicos".
Fue el mayor Trapero quien, según ha relatado, le telefoneó antes de las dos de la tarde para explicarle que va a venir Jordi Sanchez para “colaborar” en la formación de un pasillo de voluntarios “a través del cual haríamos un cordón policial para el traslado de los detenidos”. Eso sí, hizo hincapié en que el líder de la ANC no tomaba las decisiones: “Podía decir misa. Él no tenía ninguna autoridad para condicionar ninguna actuación policial. No es nadie para entrometerse en las órdenes que da la Policía”.
Durante su declaración, Laplana adujo en varias ocasiones su “confusión” sobre la secuencia cronológica de los hechos. “Tenía realmente la cabeza muy espesa, no estaba nada bien”, ha insistido antes de achacar esa confusión horaria a que “durante dos años y medio para mí ha sido el día de la marmota. Me he levantado con el 20-S y me he acostado con el 20-S”.