El Gobierno de Pedro Sánchez
El «relator» boicotea de nuevo los Presupuestos
Torra lo exigirá para la «mesa» con Moncloa. Los republicanos, en cambio, piden que no sea un «obstáculo»
«Lo que tenemos que defender ahora es el ejercicio del derecho a la autodeterminación y el fin de la represión desde dos vertientes: por un lado la amnistía, por otro lado la desjudicialización. Y ahora se le añade otro punto, que tendremos que trasladar en la próxima reunión: este diálogo se tiene que hacer con un mediador». Así de claro se muestra el president Quim Torra sobre la tercera exigencia que ha incorporado Junts per Catalunya a la mesa de negociación pactada entre el PSOE y ERC a raíz de la investidura: recuperar la figura del relator internacional.
Una reclamación propia del president, que amenaza con tensionar aún más las maltrechas relaciones entre Junts per Catalunya y Esquerra tras su ruptura pública por el escaño de Torra –los republicanos piden que no sea un «obstáculo» definitivo– y condiciona de nuevo el avance del diálogo con los presupuestos del Gobierno, que necesitan del consurso de ERC, en el horizonte más cercano.
El president Torra tiene la llave de la nueva polémica que se avecina: esta semana que hoy empieza convocará a partidos (JxCat, ERC y la CUP) y entidades (la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium) para una reunión en la que expondrá sus principales conclusiones del encuentro con Pedro Sánchez en el Palau. Su objetivo es consensuar una «postura común» de cara a la primera mesa de negociación con el Gobierno que debe celebrarse este mismo mes de febrero.
Por ahora, el independentismo coincide en exigir la «autodeterminación» y la amnistía como sus puntos de partida para el diálogo con el Gobierno, mientras que la figura del mediador queda al margen por las diferencias de tono entre los socios de Ejecutivo. Torra, además, juega con otra carta en el bolsillo para exigir públicamente la figura del relator: el Parlament aprobó el pasado jueves, poco después de que Sánchez visitara la Generalitat, una resolución en defensa del derecho de autodeterminación y de la mediación internacional en este proceso, un texto que salió adelante con los votos de JxCat, la CUP y también Esquerra, además de la abstención de los «comunes». «Es de obligado cumplimiento», ha remarcado el president varias veces este fin de semana. Es decir, es una condición para que avance la negociación entre el Gobierno y la Generalitat y así lo planteará Torra en la primera cita del foro que debe encabezar también Pedro Sánchez.
Los republicanos, por contra, no ven con malos ojos la figura del «relator», aunque exigen a JxCat que no sea un «obstáculo» para el diálogo. Así lo apuntó en el mismo Parlament Sergi Sabrià tras aprobar el texto al que se remite Torra y así lo confirmó ayer mismo Pere Aragonès en una entrevista en «Nació Digital». Según el vicepresidente económico del Ejecutivo y líder efectivo de ERC, la figura del mediador «sería buena», aunque matiza que si tiene que suponer un «obstáculo» para poner en marcha la negociación, no se tendría que priorizar.
El temor de fondo de los republicanos es que los postconvergentes usen de nuevo el pretexto del «relator» para boicotear la mesay desmarcarse así del acuerdo ante la negativa del Gobierno de aceptar una condición como ésta. Y todo ello en plena precampaña en Cataluña, con las elecciones pendientes de convocar por parte de Quim Torra y JxCat pisando el acelerador y entrando en el cuerpo a cuerpo con ERC por la hegemonía del electorado independentista.
Incluso desde el PSC alertan de esta posibilidad y aseguran que Torra buscará a la larga boicotear el recién estrenado diálogo con el único objetivo de «erosionar» públicamente a ERC en un ambiente ya de precampaña, informa Europa Press. El objetivo es «vender» el fracaso de la mesa de negociación para perjudicar a Esquerra como parte del relato independentista de cara a las urnas.
Cabe recordar que la figura del relator internacional ya hizo saltar por los aires la «operación deshielo» entre la Generalitat y el Gobierno la pasada legislatura. Entonces, tanto JxCat como ERC pusieron esta exigencia sobre la mesa para negociar los fallidos presupuestos para 2019. Un extremo que el Gobierno finalmente no aceptó y precipitó el fin de la legislatura.
Ahora, incluso Ada Colau ha interferido en el asunto y asegura que frente este Gobierno no es necesaria la figura del relator porque «el contexto es claramente diferente».
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