
Sanidad
Mónica García se venga de los médicos y elimina del Estatuto Marco las mejoras prometidas
CESM asegura que el último borrador no incluye los "vagos" avances que Sanidad había introducido en la negociación con el Comité de Huelga. "Ya nos advirtieron de que o tragamos con lo que se nos ofrece o lo perdemos todo", señalan

Ante la evidencia de tener a todos y cada uno de los colectivos sanitarios en su contra por el borrador del Estatuto Marco, y las inminentes huelgas y concentraciones el Ministerio de Sanidad sacó pecho la semana pasada y anunció que había introducido en el texto "todas las demandas del personal sanitario que son de su competencia". No contenta con eso, la ministra, Mónica García, publicó un video en su perfil de "X" para explicar su versión, que empezaba así: "Desde hace meses que se está hablando del Estatuto Marco, pero sois vosotros, quienes trabajáis aquí en el SNS, quienes vivís sus efectos. Por eso hoy te voy a contar qué es el Estatuto Marco, para qué sirve y por qué es importante modificarlo".
Además de recordar que su departamento había tenido "más de 60 reuniones con sindicatos, con las CCAA, pero también con las sociedades científicas y con la sociedad civil", García hacia gala de la realidad paralela en la que vive asegurando que "hemos elaborado una propuesta, un texto que, según lo reconocen todos los actores, mejora significativamente las condiciones laborales de los profesionales". Ante esta última afirmación, sindicatos, colegios de médicos profesionales a nivel particular han inundado las redes para mostrar su indignación ante las mentiras de la ministra. Ha habido de todo, desde videos parodiando las palabras y la actitud de García hasta muestras del más profundo rechazo señalando que todo lo que dice es "mentira cochina".
"O tragábamos o perdemos todo"
Mientras, García intenta desviar la atención sobre lo que sin duda es la muestra más fehaciente de su fracaso al frente del Ministerio: la huelga médica de cuatro días que comienza mañana en todo el territorio nacional y la indefinida convocada por los sindicatos del Ámbito cada martes a partir del 27 de enero. Y lo hace volviendo a lugares comunes que ya están agotados de tanto usarlos, véase, los ataques constantes al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y a la sanidad madrileña.
Sin embargo, no hay día en la que algún colectivo sanitario no le recuerde sus mentiras y sus falsas promesas. Así lo han hecho desde la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), representante del Comité de Huelga contra el Estatuto Marco junto con el Sindicato Médico Andaluz (SMA) y convocantes de la huelga que comienza mañana (la tercera en los últimos seis meses), al asegurar que, ante su decisión de mantenerla, "Sanidad recupera las primeras versiones del texto y elimina todas las pequeñas mejoras introducidas en la negociación con el Comité de Huelga. Ya nos advirtieron de que o tragamos con lo que se nos ofrece o lo perdemos todo. Esto es lo que nos espera con esta ministra y esta es la forma que tienen de negociar con el colectivo médico", señalan en un comunicado.
Lo que el departamento de Mónica García ofreció de palabra al Comité de Huelga en tres reuniones in extremis mantenidas en las dos semanas previas a la huelga era, por un lado, dejar por escrito en el EM el compromiso de "abrir mesas de diálogo" directamente con el colectivo médico ("aunque sin definir como se iban a crear esas mesas ni por quién estarían compuestas") e incluir "vagas e inespecíficas" mejoras en las guardias, siempre "supeditadas a las necesidades del servicio", explica a LA RAZÓN Víctor Pedrera, secretario general de CESM.
De activista cómplice a política pragmática
"El ministerio nunca nos ha tomado en serio, negándose a recibirnos hasta que tuvimos que denunciarlos por su negativa. Ya desde esas primeras reuniones adoptaron una actitud dilatoria y de mero trámite. Apostaban, sin duda, por el fracaso de nuestra movilización, y esta actitud solo cambió ante el éxito masivo de las huelgas y manifestaciones en todo el territorio nacional. Sin embargo, las propuestas de supuestas mejoras que nos hicieron llegar desde el ministerio siempre fueron vagas e insuficientes", explican desde la CESM.
"Sanidad ha optado por ignorarnos. Ha negociado su nuevo Estatuto Marco en la mesa del Ámbito, en la que nuestra presencia es prácticamente nula. Nadie en su sano juicio pretendería reformar el marco estatutario sin contar con los médicos, pero eso es lo que ha hecho la ministra Mónica García, que pasó en un día de activista cómplice a política pragmática. No existe metamorfosis más rápida que la que opera un sillón ministerial", añaden.
El comodín de las autonomías
Otra de las estrategias manidas de Mónica García ha sido la de tirar balones fuera tratando de cargar la responsabilidad de acometer las mejoras demandas por los sanitarios en la reforma del Estatuto Marco a las comunidades autónomas. "Sanidad considera que ha alcanzado el máximo desarrollo posible dentro de los márgenes de una ley básica estatal, articulando un marco común sin invadir competencias ajenas", señalaba el comunicado hecho público por el ministerio el viernes.
Ante esto, varios gobiernos autonómicos ya han dejado claro que no están dispuestos a que les usen de disculpa. El consejero de Sanidad de Murcia, Juan José Pedreño, manifestó el domingo que "lo más sensato que puede hacer el Ministerio de Sanidad es retirar este texto que han diseñado sin rigor y sin diálogo o consenso con los interesados". Pedreño lamentó también que sea el propio Ministerio de Sanidad "el que ha generado el mayor conflicto sanitario de los últimos años con este borrador, prometiendo mejoras económicas a los profesionales, sin dotación financiera y presupuestaria y ahora pretende trasladar el problema a las comunidades autónomas". "La huelga es una mala noticia para todos: pacientes, ciudadanos y profesionales, porque se van a generar cancelaciones y retrasos, fruto de la política errática, irresponsable y sectaria del Gobierno de España", indicó el consejero.
Cuatro días repletos de concentraciones
Los sindicatos autonómicos, incluso los que forman parte de CESM, han tenido libertad para convocar las acciones que considerasen oportunas en sus respectivos territorios, de manera que hay quienes se movilizan los 4 días, quienes eligen dos o quienes se centran en un gran acto. En este sentido, la mayoría de ellos quieren coincidir en concentraciones el jueves 11 de diciembre, bien en los centros asistenciales o frente a delegaciones o subdelegaciones del Gobierno.
Temiendo lo que, con toda seguridad, será un seguimiento masivo por parte de los médicos del Sistema Nacional de Salud y en una situación de alta demanda de asistencia sanitaria por los efectos de la gripe, las autonomías han establecido unos servicios mínimos superiores al 50%. "Tienen miedo a que el seguimiento sea altísimo, como así va a suceder", augura Pedrera.
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