Carles Puigdemont
La Audiencia acerca al banquillo a los dos mossos que ayudaron a Puigdemont en su huida
El juez exculpa al empresario Matamala y al historiador Alay del delito de encubrimiento porque “no consta” que le proporcionasen ayuda para eludir a la Justicia
La Audiencia Nacional acerca al banquillo por encubrimiento a los dos mossos que acompañaban a Carles Puigdemont cuando el ex presidente de la Generalitat fue detenido en Alemania en marzo de 2018. El magistrado Manuel García Castellón propone juzgar por un delito de encubrimiento, a instancias de la Fiscalía, a los dos mossos que, en marzo de 2018, ayudaron al entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont a evitar su detención hasta que fue finalmente arrestado en Alemania en aplicación de la orden de busca y captura internacional dictada por el juez Pablo Llarena, instructor de la causa del “procés”. En la misma resolución, García Castellón acuerda sin embargo el archivo de la causa respecto de los otros dos acompañantes del ex president, el empresario Josep María Matamala y el historiador Lluís Alay al no tratarse de funcionarios públicos y no haberse acreditado durante la investigación que le prestasen ayuda para eludir la acción de la Justicia.
Tras acordar el pase a procedimiento abreviado de la causa, el instructor ve indicios suficientes para que los agentes autonómicos Carlos de Pedro y Xavier Goicoechea sean juzgados por un delito de encubrimiento. A partir de ahora, la Fiscalía dispondrá de diez días de plazo para presentar su escrito de acusación, en el que precisará los hechos que se le imputan y solicitará las correspondientes condenas.
El magistrado recuerda en su auto que la investigación ha acreditado que el 25 de marzo de 2018 los dos mossos, que tienen la condición de funcionarios y se encontraban de permiso, junto con Matamala y Alay, acompañaban a Puigdemont cuando el ex president huido fue detenido en la localidad alemana de Jagel por la Policía germana, dando cumplimiento así a la orden europea de detención y entrega cursada por el Tribunal Supremo.
“Ambos investigados, puestos de común acuerdo, pese a su condición de funcionarios de la Policía y con pleno conocimiento de que el sr. Puigdemont tenía una orden de búsqueda y detención europea librada por el Tribunal Supremo, le ayudaron a intentar sustraerse a ala acción de la justicia cuando este último se desplazaba desde Helsinki (Finlandia) hasta su domicilio de Bélgica“, afirma el juez. El ex presidente de la Generalitat “era consciente” de la existencia de esa orden de detención.
Los dos mossos, recuerda García Castellón, se habían desplazado a Waterloo (Bélgica) el 19 de marzo y cuatro días después, una persona que no ha podido ser identificada “les pidió que recogiesen” a Puigdemont en Estocolmo, hasta donde se desplazaron en coche. Ya con el ex president a bordo, a los pocos kilómetros de cruzar la frontera alemana fueron interceptados por la Policía. Ambos agentes, según el juez, sabían que Puigdemont estaba fugado de la Justicia, que le investigaba por rebelión, por lo que su comportamiento buscaba “evitar la captura del huido”, logrando así su sustracción a la Justicia española.
Respecto de los otros dos acompañantes, Matamala y Alay, el titular del Juzgado de Instrucción número 6 indica que ninguno es funcionario público y que no consta “que facilitasen el vehículo, que lo condujesen en algún momento o que hubiesen proporcionado cualquier otra ayuda” con la intención de que Puigdemont continuase huido de la Justicia, por lo que acuerda el sobreseimiento provisional del procedimiento respecto a ambos.
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