Performance y coronavirus

Tras la manifestación celebrada en Madrid el domingo, con la parafernalia habitual de los actos convocados por el feminismo oficial, y la asistencia de tres vicepresidentes y seis ministros, nos enteramos de que la situación del coronavirus es tan crítica que se suspenden todas las actividades docentes de la capital, y se anuncian más cierres en otros ámbitos. El domingo escribí que, en coherencia con el aval del Gobierno a su exhibición de calma en la calle, lo lógico hubiera sido volver a la normalidad al día siguiente. Pero, ante esta contundente medida, no queda otra alternativa que pensar que el Gobierno prioriza la performance feminista a la salud pública. La otra posibilidad es que estuviera acreditada la inmunidad del colectivo manifestante ante el coronavirus, lo que supondría un gran hallazgo por el considerable avance en la investigación científica para encontrar la ansiada vacuna antivirus. Creo preferible utilizar este tono para enfatizar que lo que está sucediendo es demasiado serio como para que el Gobierno de Calvo y Montero y viceversa, se permita el despropósito en el que nos ha sumido. Que en 24h pasemos de jolgorio generalizado en la calle, a provocar una alarma social como la derivada del cierre decretado, transmite una sensación de caos e improvisación más propia de un país tercermundista que de una nación como España. Hay un diputado contagiado: cerrado el Congreso. Sin comentarios.