Coronavirus
Una cuarta prórroga en manos del PP o del PNV
El «sí» a Moncloa, en el aire. Sin el respaldo de los populares o los vascos, la votación de mañana en el Congreso puede decaer, una vez que ERC se inclina al «no»
Sin «plan b» sobre la mesa, el Gobierno se enfrenta a constatar su soledad mañana en el Congreso de los Diputados. La fotografía de la unidad ante la pandemia del coronavirus que en marzo se saldó con una votación unánime e histórica entre socios y oposición, –en la primera prórroga del estado de alarma– no se repetirá este miércoles.
Un hemiciclo cada vez más crítico con la estrategia de afrontar la crisis sanitaria en solitario por parte del Ejecutivo vuelve a reclamar pasos consensuados para la salida del estado de alarma, frente al único escenario del «yo o el caos» con el que desde Moncloa ayer amenazaban. Los socios de Pedro Sánchez y la oposición dificultan sus visos de seguir prorrogando el estado de alarma hasta el 24 de mayo. Los apoyos de la moción se han disipado y amenazan con tumbar la mayoría pírrica del Gobierno.
Sánchez podrá salvar, en principio, otro aval a la prórroga del estado de alarma, con mayoría simple. Pero no quiere quedarse aislado en los «síes», pues debilitaría sensiblemente la imagen del Gobierno. Además, el escenario puede tornarse más complicado todavía, en el caso de que el PP y Ciudadanos voten en contra y después de que ERC haya avanzado su «no». Por ello, ayer en el Ejecutivo los contactos con ERC y Cs se intensificaban.
Si la semana pasada ERC era el que sententenciaba la legislatura avisando al Gobierno de que o se sentaba a dialogar con su grupo o la alternativa era «Torquemada Abascal y sus colegas», hoy las opciones que tiene Sánchez de mirar hacia su derecha también se aprecian desdibujados. El presidente del PP, Pablo Casado, avisaba ayer de que no apoyaría la prórroga al estado de alarma, aunque no concretaba si votaría no o abstención. Tanto a derecha como a izquierda exigen al presidente del Gobierno diálogo en cuanto al plan de la desescalada, pasos para ir definiendo de manera responsable la salida al estado de alarma, u otras alternativas como aplicar la ley general de Salud Pública, entre otras. Para lograr salvar la prórroga del estado de alarma y alejar la imagen de un Gobierno en soledad, Sánchez se encuentra hoy en las manos del PP y del PNV.
Los únicos votos a favor con los que cuenta a día de hoy Sánchez son con los de su gobierno de coalición PSOE- Unidas Podemos. 155 votos a favor, a los que se sumarán, Más País, Compromís, y los partidos minoritarios; Teruel Existe (1), PRC (1), BNG (1) y Nueva Canarias (1). 162 votos a favor, ante la incógnita de que Ciudadanos desvele si finalmente apoya o no al Gobierno. En teoría, el partido naranja no dificultará la aritmética, votará a favor o abstención. Ante un eventual «no» de los de Casado, Sánchez necesitaría los 10 diputados de Inés Arrimadas y los seis escaños vascos del PNV para reunir 178 votos a favor. Sería un apoyo minoritario frente a los 321 votos afirmativos que recibió en la primera prórroga al estado de alarma hasta el 12 de abril. A partir de entonces, el Gobierno comenzó a testar la pérdida de respaldo en el Congreso. El primero en descolgarse fue Vox en la segunda prórroga. Le seguiría la CUP y en la tercera prórroga JxCA.T
De cara a esta nueva prórroga, el que ya ha confirmado que vira de la abstención al «no» es ERC. Su portavoz, Gabriel Rufián, ya avisó que le sería difícil seguir respaldando al Gobierno, y se sumará a la foto del voto en contra junto a Santiago Abascal. JxCAT repetirá el mismo sentido de voto que Vox y el de los dos representantes de la CUP.
BNG sigue condicionando también su apoyo y Coalición Canaria anunció ayer que se abstendrá en la votación, por lo que Sánchez podría obtener el miércoles tan solo 172 apoyos afirmativos –si finalmente las negociaciones iniciadas ayer con Ciudadanos se resuelven positivas–. Una aritmética simple para lo que necesita al PNV al menos, para sumar 178 apoyos frente a los 166 «noes» que se registrarían si el PP finalmente se suma a Vox, ERC, JxCAT y la CUP.
La otra vía para que Sánchez reciba el aval del Congreso pasa por la abstención del PP, pero el objetivo es evitar una artimética que vislumbre la pérdida de apoyos del Gobierno.
Ante este escenario, el Gobierno está intensificando los contactos con el PNV y Ciudadanos, consciente de que, si –una vez que ERC ha confirmado su voto en contra– el PP vota en contra y Cs pulsa el botón rojo, la solicitud de prórroga sería rechazada. Este escenario contaría con 176 votos en contra, frente a tan solo 162 votos a favor. Así, las únicas opciones que tiene Sánchez para salvar la prórroga es que el PNV vote a favor con Ciudadanos (177 votos a favor), que el Partido Popular vote a favor (269 votos), o que los de Casado finalmente se abstengan.
El PNV, por su parte, aún no ha desvelado cual será su voto. En la última autorización en el Congreso, su portavoz, Aitor Esteban ya advirtió a Sánchez de que no contara con su voto positivo ante una eventual prórroga. La realidad ya está aquí y desde el País Vasco, el lendakari, Íñigo Urkullu, reclama que cada comunidad vuelva ya a gestionar sus instituciones y competencias durante el proceso de desescalada.
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