Ángel Gabilondo
Sánchez va a por Ayuso
Las posibilidades de los planes de Moncloa para el PSOE de Madrid son dos: que algún ministro o ministra empiece a confrontar con la presidenta regional o encontrar a alguien que asuma la función de percutor y se queme a lo bonzo para allanar el camino al designado.
Moncloa ha levantado la veda contra Isabel Díaz Ayuso. Sánchez citó a Ángel Gabilondo para exigirle que haga oposición y, al día siguiente, en la calle Ferraz, los mismos “head hunter” que encontraron al metafísico, se han puesto a buscarle sustituto.
No es que el líder socialista tenga especial interés por recuperar el gobierno de Madrid, esa fase quedó atrás hace muchos años, cuando Sánchez guardaba espera pacientemente delante de la puerta del despacho de Pepe Blanco para convencerle de que era el hombre adecuado para el PSOE madrileño. Pero, claro, entonces no tenía, ni por asomo, perspectivas de llegar a ser secretario general del PSOE.
Ahora el problema es otro y el socialista intenta anticiparse. Su gobierno está cómodo con un Pablo Casado que se desdibuja a cada segundo, sin embargo, Díaz-Ayuso es incómoda.
La popular, a fuerza de llevar la cuenta de Twitter de “Pecas”, el perro de Esperanza Aguirre, debió aprender bastante sobre cómo sacar provecho a los medios de comunicación. Llegó de casualidad a la Puerta del Sol, pero no solo se ha afianzado en Madrid, sino que Sánchez ha contemplado la posibilidad de que se convierta en un peligro mayor.
Núñez Feijóo está cómodo en la Xunta escuchando muchas voces del PP que le reclaman que se haga con la calle Génova, pero se le ha pasado el arroz. Díaz Ayuso tiene una ambición desmedida, es rápida y vive cómoda en el conflicto, un estilo que muchos populares añoran para que les saque de la UCI política.
Ante el vacío, ella cobra fuerza y Sánchez lo sabe. Pero el socialista no tiene un líder en Madrid. Algún día sabremos si Gabilondo no ha hecho oposición ni ha promovido una moción de censura por pereza, porque no sabe o por otras razones ocultas, lo que es incomprensible es que mantenga su estatus parlamentario en estas condiciones.
En las próximas semanas conoceremos cuáles son los planes exactos de Moncloa para el PSOE de Madrid. Las posibilidades son dos: que algún ministro o ministra empiece a confrontar con la presidenta regional, aunque parece demasiado pronto teniendo en cuenta el calendario electoral madrileño o encontrar a alguien que asuma la función de percutor y se queme a lo bonzo para allanar el camino al designado.
Muy probablemente la moción de censura nunca se va a producir. Gabilondo no quiere y cualquier otra operación es ciencia ficción en este momento, por otra parte, porque hay algo en Ciudadanos que no termina de encajar.
La denuncia de la falta de atención hospitalaria a los pacientes de las residencias de mayores ha sido hecha por el consejero de Políticas Sociales y son de los hechos más graves que se han conocido.
Sin embargo, con una situación de semejante características, el consejero de Arrimadas sigue en su sillón. De ser las cosas como cuenta, nadie seguiría en ese gobierno, es incomprensible que no tenga un problema ético.
En todo caso, Sánchez está tranquilo, siempre le queda Simancas para arreglar Madrid.
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