Presos
El Gobierno de Sánchez ya ha acercado al País Vasco a 41 presos de ETA
Este año, 14 presos de la banda han cambiado de cárcel. El asesino del teniente general Veguillas y un secuestrador de Ortega Lara, entre los «agraciados» por Interior
Desde que Pedro Sánchez llegase a La Moncloa, primero al triunfar la moción de censura contra Mariano Rajoy y posteriormente tras las últimas elecciones generales, no ha cesado el goteo de acercamientos de presos etarras a cárceles cercanas al País Vasco y sus domicilios, en lo que representa una nueva línea de política penitenciaria. En la inmensa mayoría de los casos, casi la totalidad, los «beneficiados» se han limitado a «aceptar la legislación penitenciaria», pero muy pocos son los que han expresado el rechazo a las actividades de terroristas de ETA o han mostrado su colaboración con la Justicia para el esclarecimiento de algunos hechos. En total, son 41 los presos de la banda terrorista que han sido «beneficiados» de esta nueva política penitenciaria del Ejecutivo, según los datos facilitados por la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Los últimos acercamientos se acordaron el pasado lunes respecto a los presos de ETA: Garikoitz Arruarte Santa Cruz y Gorka Joseba Lupiáñez.
Con anterioridad, etarras como Balbino Sáez Olarra –condenado a 108 años de prisión por el intento de asesinato de los ex ministros socialistas José Barrionuevo y Matilde Fernández–, Julián Achurra «Pototo»–condenado a 32 años de prisión por, entre otros delitos, ordenar y proporcionar el dinero y el material necesario para el secuestro de Ortega Lara– o Álvaro Juan Arri Pascual, quien participó en el atentado en Madrid que costó la vida al teniente general Francisco Veguillas vieron también concedidos sus deseos de ser trasladados a prisiones más próximas a sus domicilios.
En este año han sido acercados 14 presos que pertenecían a la banda ETA, de los que seis lo han sido este mismo mes; el mismo número que en mayo, mientras que los dos restantes lo fueron acordados en enero.
Los últimos «beneficiados» hasta ahora son Garikoitz Arruarte Santa Cruz y Gorka Joseba Lupiáñez Mintegui. El primero de ellos, que será trasladado de la cárcel de Almería a la de Soria, lleva en prisión desde diciembre de 2003. Arruarte fue condenado a 2.775 años en 2005 por la Audiencia Nacional por haber colocado una bomba compuesta por 28 kilos de dinamita Titadyne en el Intercity Irún- Madrid el día 24 de diciembre de 2003. El artefacto fue desactivado por artificieros en la estación de Burgos. La sentencia, que le condenó por 184 homicidios terroristas, señalaba que, aunque no había pruebas de que ETA hubiera querido causar una masacre en la estación de Chamartín, ésta podría haberse producido.
Lupiáñez Mintegui, que será trasladado del Centro Penitenciario de Topas al de Logroño, fue condenado en 2019 a 50 años de cárcel por secuestrar a una familia española en Francia.
Junto a ello, el pasado mes de mayo, Instituciones Penitenciarias progresó al tercer grado penitenciario a José Ramón Foruria Zubialdea, condenado por haber facilitado información a los miembros del comando Eibar de ETA que en 1980 asesinaron a cuatro guardias civiles en un bar de la localidad de Markina (Vizcaya). La sentencia le consideró cómplice del atentado. Antes de esta decisión, ya cumplìa condena en segundo grado con control telemático y fuera del centro penitenciario.
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