El Gobierno de Pedro Sánchez

“Orgullo, transparencia y humildad”

Spanish PM meets leaders from Latin America and the Caribbean
Pedro SánchezFERNANDO CALVO / MONCLOA PALACEEFE

«Convalidado el Real Decreto Ley que regirá nuestras vidas en la nueva normalidad, en la nueva realidad»: así oí ayer la noticia. Aceptar como normal que por Real Decreto exista para la humanidad un «antes y un después» del coronavirus, describe magistralmente el lavado de cerebro alcanzado en no pocas mentes.

Es alucinante que en pleno siglo XXI, se acepte que la manera de enfrentarnos a un posible rebrote de la peste actual, y con carácter indefinido –hasta nueva orden–, sea utilizar las mismas medidas empleadas contra la peste negra del siglo XIV. No había plan B porque no querían: es más cómodo para el Gobierno evitar una «rebelión en la granja», manteniendo al rebaño amordazado y distante, que libre.

Los «nuevos amos» están convencidos de ello: el maestro portavoz socialista en el debate, afirmó que sentían «orgullo del Gobierno» por la gestión realizada, destacando como sus virtudes principales la «transparencia y la humildad».

Siendo España el tercer país ¡del mundo! con mayor número de muertos oficiales por habitante y el primero en muertos reales, tras atribuir a un «gigantesco accidente de tráfico» el exceso de víctimas producidas por encima de las oficiales, imagínense lo orgullosos que estarían con la gestión realizada por Alemania, Portugal, Polonia o Japón, por ejemplo.

Hay que reconocer que este Gobierno es, ante todo, transparente y humilde, muy humilde. Tras salvar la vida a 450.000 compatriotas, queremos saber cuántos han muerto. Qué poco orgullo expresamos.