Redistribución del voto en la derecha

Han transcurrido ocho meses desde las generales y el bipartidismo se fortalece, pasa del 48.8% al 51.6% de los votos válidos. Remonta 2.8 puntos. Pero es el PP el que hace crecer realmente la suma de los dos grandes, ya que avanza 4.4 puntos porcentuales, mientras que el PSOE retrocede 1.6 puntos. En el seno de las derechas se produce un aumento de 2.9 puntos netos, ya que la subida de 4.4 puntos del PP hay que descontar 1.3 puntos que cae CS y 0.2 puntos del descenso de Vox. Navarra Suma repite su resultado de 2019. Las izquierdas registran una pérdida neta de 4.1 puntos porcentuales, además de la caída de 1.6 puntos del PSOE, hay que añadir los 2.2 puntos de descenso de Unidas Podemos y confluencias, así como el descenso de 0.3 puntos de Más País. Estos dos bloques ideológicos quedaron prácticamente empatados a votos el 10-N, con un 43.3% las izquierdas y un 43.1% las derechas, pero ahora el equilibro se rompe a favor de las derechas que suman el 46,0%, frente al 39.2% de las izquierdas. Entre las derechas, que repiten con el mismo número de votantes que en noviembre de 2019, se produce un ajuste o redistribución del voto, ya que los 260.000 votantes que pierde Vox, los 396.000 de CS y los 8.000 de Navarra Suma, suman 664.000 votantes, que son prácticamente los que sube el PP; 698.000 votos. Nos encontramos ante un nuevo cambio de ciclo político alimentado por la crisis económica en la que nos estamos adentrando desde el mes de marzo y que se acelerará con los ajustes fiscales que nos impondrá Europa para sanear las cuentas públicas y hacer competitiva a nuestra economía. Este nuevo escenario se caracterizará por un retraimiento o desmovilización del electorado de izquierdas, al tiempo que en el seno de las derechas se producirá una revolución electoral, llámese voto útil, concentración del voto o capacidad de recuperación del PP. Los 10.5 millones de votos que suman ahora las distintas fuerzas de las derechas, son los mismo votantes que hicieron a Rajoy presidente del Gobierno por mayoría absoluta en 2011. Aquel triunfo histórico del PP también se gestó con una crisis económica, un gobierno de izquierdas y la abstención de millones de votantes del PSOE e IU, que allanaron el camino a las derechas. Los síntomas de hoy son ya muy semejantes a los de 2011. Mientras que el proceso de recuperación que vive ya el PP se basa en la vuelta «a casa» de 347.000 votantes de Vox y de 374.000 de Cs. Además son estas transferencia las de mayor magnitud que registran Vox y Cs.