Nuevo reparto de papeles

Visto lo visto con los años, «mientras unos arreglan la economía, otros transforman la sociedad», a modo de tácito reparto de papeles entre la derecha y la izquierda. Así, la izquierda ha elaborado todas las posibles leyes «transformadoras»: sociales, educativas, éticas, sobre el aborto, el matrimonio, la familia, el género, la memoria, la eutanasia... hasta dejar una España irreconocible, «que no la va a conocer ni la madre que la parió» –glosando al ahora añorado Alfonso Guerra, ¡quién lo iba a decir!–. Después, a la derecha se le encargaba arreglar el desaguisado económico que dejaba en herencia la progresía. Culminada la tarea, y casi sin conceder respiro para la derogación de lo anterior, circunstancias anómalas –en forma de un octubre revolucionario, pucherazo electoral, un 23-F, un 11-M, o una sorpresiva moción de censura con comunistas y separatistas– provocaban la vuelta de la izquierda a seguir consolidando su «acción transformadora», tanto en el «antiguo régimen» de la Segunda República o la Monarquía parlamentaria.

Curiosa sucesión de hechos que conforman nuestra historia. El Gobierno social-comunista prosigue su labor «transformadora», ahora para establecer obligatoriamente qué debe formar parte de nuestra «memoria» por considerarlo ellos lo «democrático». Y con jaque al Rey. Parece que el nuevo reparto de papeles no es con la alternancia de Gobiernos, sino mediante coalición Sánchez-Iglesias, y no será la derecha la encargada de sanearnos económicamente, sino la UE.