CDC

Un ex tesorero de CDC se desmarca de la confesión de su antecesor sobre el blanqueo en el partido

Viloca afirma desconocer el “pitufeo” confesado por Osàcar y niega al juez que se encargara de contactar con los “donantes”

El extesorero de CDC Andreu Viloca, a su llegada a la Ciutat de la Justicia de Barcelona para declarar por videoconferencia ante el juez De la Mata
El extesorero de CDC Andreu Viloca, a su llegada a la Ciutat de la Justicia de Barcelona para declarar por videoconferencia ante el juez De la MataToni AlbirEFE

El ex tesorero de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) Andreu Viloca no se ha sumado hoy a la confesión de su antecesor en el cargo, Daniel Osàcar, quien la pasada semana admitió en la Audiencia Nacional ante el juez que la extinta formación nacionalista llevó a cabo operaciones de blanqueo enmascaradas con supuestas “donaciones”. Viloca ha declarado por videoconferencia desde los juzgados de Barcelona ante el magistrado José de la Mata, instructor del “caso del 3%”, y el fiscal Anticorrupción José Grinda y ha negado que tuviese conocimiento de ese “pitufeo” que el juez investiga en una pieza separada de esta causa en la que están procesados los dos ex tesoreros.

Según fuentes juríricas, Viloca ha afirmado no saber nada de estas operaciones de lavado de dinero en la formación convergente, que según dijo Osácar se llevaron a cabo entre 2008 y 2010, y ha remarcado que él no fue designado tesorero del partido hasta enero de 2011. Antes de esa fecha, ha recalcado, no ejerció ningún otro cargo en Convergencia, por lo que se ha desmarcado de la versión de Osàcar, que le señaló como la persona que se habría encargado de contactar con los posibles donantes para gestionar sus contribuciones al partido fundado por el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol.

En su comparecencia ante el juez Osàcar -condenado a tres años y medio de cárcel por el expolio del Palau de la Música-, el octogenario ex tesorero no dio sin embargo el siguiente paso: vincular esas presuntas operaciones de blanqueo a las cantidades de origen ilícito que según la Fiscalía Anticorrupción aportaban empresarios que financiaron a CDC de forma encubierta a cambio de adjudicaciones.

Según el juez De la Mata, para aflorar esas cantidades dirigentes del partido recurrieron a personas próximas a CDC y pusieron en marcha "una operativa de blanqueo de capitales mediante un clásico sistema de “pitufeo"” mediante el cual aquéllas se encargaban de ingresar en la cuenta de la formación “una cantidad de dinero equivalente a la que previa o posteriormente el propio partido le entregaba al, en principio, supuesto donante voluntario, con conocimiento de su origen ilícito”. Así queda recogido en el auto en el que el instructor cita a declarar como investigado el próximo viernes al ex gerente de Convergencia Germà Gordó, a quien Osàcar situó al frente del supuesto blanqueo. Él fue, aseguro, quien “ideó” esa operativa, la “planeó” y la “dirigió”.

Osàcar explicó al magistrado que gracias a esas “donaciones” se conseguía “cuadrar” los déficits presupuestarios que cada año se generaban por la diferencia existente entre los ingresos previstos con los realmente generados por el partido.

Según recuerda De la Mata en esa resolución, el ex tesorero aseguró que Gordó identificaba cada año, al menos entre 2008 y 2010, a una lista de potenciales “donantes” entre miembros y simpatizantes de CDC, encargándole al propio Osàcar que les propusiera donar 3.000 euros al partido mediante un cheque nominativo “a cambio de recibir la misma cantidad en dinero en efectivo de procedencia ilícita” que él mismo les entregaría en mano. Una persona del departamento de Finanzas de CDC (aún sin identificar), añadió, sería el encargado de darle para cada uno de esos “donantes” una cantidad en efectivo equivalente a esos tres mil euros.

Osàcar explicó que una vez recibió esas cantidades llamó a las personas incluidas en la lista, que le entregaron los cheques por ese importe, extendiéndose el correspondiente recibo, y recibieron a cambio los 3.000 euros en efectivo. El dinero sobrante, dijo, se lo entregó “en mano” a Gordó.