El Consenso de Ginebra

En un momento en el que la epidemia se transforma claramente en pandemia, atendiendo a la evolución exponencial y acelerada de los contagios –con la llamativa excepción de China–, y aunque está por ver su tasa de letalidad y mortalidad, el mundo sigue su curso adaptándose a la «normalidad» que las actuales circunstancias permiten. Por ello, pasan desapercibidas noticias que por su trascendencia merecen ser conocidas y divulgadas. Es el caso del encuentro celebrado la pasada semana, y que es denominado como el «Consenso de Ginebra». En esta localidad helvética, 32 estados, encabezados por EEUU, firmaron la llamada «Declaración de Ginebra», en la que promueven la salud de la mujer y declaran a la familia como base de la sociedad. El Secretario norteamericano de Salud denunció la inquietante tendencia de las agencias de la ONU a imponer un «derecho humano universal al aborto», declarando inequívocamente su inexistencia. Por su parte, el Secretario de Estado Mike Pompeo, aseguró que la declaración es un «compromiso profundo y personal para proteger la dignidad humana», y en especial la igualdad ante la ley de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, que son «parte inalienable, integral e indivisible de todos los derechos humanos y libertades fundamentales». Sin duda este de Ginebra es un Consenso histórico del que oiremos hablar mucho en el futuro. Por supuesto… en función de quién gane el próximo martes las elecciones a la presidencia de los EEUU. Trump o Biden, o más propiamente, Kamala Harris.