Juicio

Bárcenas quiere un careo con Rajoy

La defensa del extesorero del PP pide al tribunal que acuerde la diligencia, una vez el expresidente declare como testigo, para confrontar sus versiones sobre la contabilidad opaca

La defensa de Luis Bárcenas quiere un careo entre Mariano Rajoy y el extesorero del PP sobre la “caja B” del partido. Así se lo ha solicitado el abogado Gustavo Galán al tribunal que juzga esa supuesta contabilidad opaca en la primera jornada del juicio. El letrado ha pedido la declaración como testigo del expresidente del Gobierno, cuya testifical ya está acordada por la Audiencia Nacional, para que pueda ser interrogado en relación a la confesión de Bárcenas por escrito a Anticorrupción, en la que hace solo unos días señaló que Rajoy era conocedor de esa “caja B” y que en 2009 destruyó esa documentación en una trituradora de papel en su presencia.

“Como abogado no me gusta generar cualquier tipo de circo”, ha asegurado la defensa de Bárcenas, que no obstante ha subrayado que tras las últimas revelaciones de Bárcenas “resultaría ilógico que esta defensa no solicitase esa testifical”. Y a renglón seguido ha sugerido la “posibilidad” de que se le “sometiese a un careo terminada la propia declaración” del expresidente quien, ha recordado, ya en el juicio a la “trama Gürtel” negó tener conocimiento de esa contabilidad opaca, por lo que según su opinión sería oportuno esclarecer las “contradicciones” entre ambos.

El letrado se ha quejado de que se cuestione la credibilidad del extesorero del PP y ha defendido su intención de colaborar con la Justicia, como ya hizo, ha recalcado, tanto ante el juez Pablo Ruz en julio de 2013 como en su maratoniana declaración en el juicio de “Gürtel” (más de 16 horas repartidas en tres jornadas). Entonces, no obstante, se negó a responder en relación a la “caja B”, pero “no es que hubiese ningún tipo de contradicción, sino que consideraba que se estaba investigando en otra pieza separada”.

El abogado de Bárcenas se ha quejado de que su cliente tenía “una ingente documentación” que pensaba utilizar en su defensa, pero que le fue sustraída, “no porque lo diga él, sino que está siendo objeto de instrucción” (en el “caso Kitchen” sobre el espionaje al extesorero para sustraerle documentación comprometedora para el PP en 2013). Además, ha insistido, “existen claros indicios de que algunos miembros del Gobierno y de la Policía habrían participado en esa sustracción”, incluso -ha hecho hincapié- “con la utilización de fondos reservados”.

Grabación a Lapuerta: pide que declaren cuatro periodistas

La defensa de Bárcenas ha hecho alusión igualmente a la grabación en la que, según el extesorero, su antecesor en el cargo, Álvaro Lapuerta, implica a Rajoy en el supuesto cobro de sobresueldos. El abogado ha solicitado al tribunal que declaren como testigos cuatro periodistas: Francisco Mercado, Eduardo Inda, Ernesto Ekaizer y Marisa Bernal Gallero. El primero, ha dicho, “es quien realizó esa grabación”, que plasmó en un artículo publicado el 19 de enero de 2013, “que vamos a aportar”, y el segundo -ha añadido- “escuchó esa grabación de ocho minutos y tendrá que decirnos cuál era el contenido”. Respecto a Ekaizar, ha subrayado que cuenta en un libro que Bárcenas tuvo conocimiento de esa grabación en 2015.

“Resultaría paradójico -ha asegurado al tribunal, que preside el magistrado José Antonio Mora- que a una persona que quiere colaborar con la Justicia se le prive de todos esos elementos de prueba. Si se pretende descubrir la verdad, habrá que dar entrada a esas pruebas”.

En su escrito de acusación, Anticorrupción sostiene que durante los años en los que Bárcenas y el ya fallecido Álvaro Lapuerta ejercieron sus cargos en el PP (el primero fue tesorero de la formación de 1993 a 2008, hasta que entregó el testigo a Bárcenas, que hasta entonces era gerente del partido) ambos “gestionaron” fondos en metálico aportados al PP “por donantes de quienes no podían recibir los mismos” de acuerdo con la legislación sobre financiación de partidos políticos.

“Del ingreso y gasto de esos caudales no se dejó constancia en la contabilidad que la formación política presentaba al Tribunal de Cuentas”, mantiene la Fiscalía, que apunta que solo parte de esos ingresos se incorporaron a la contabilidad oficial como donativos anónimos y siempre sin superar el tope legal. El control de esos ingresos y de los gastos, continúa, “se llevaba en unas hojas a modo de contabilidad paralela -contabilidad B- que cumplimentaba Luis Bárcenas y supervisaba Álvaro Lapuerta”. Se trataba de cantidades siempre en efectivo que escapaban al control del departamento de contabilidad y del cajero del partido y que se guardaban “en una caja fuerte ubicada en el despacho de Luis Bárcenas”.