Broncas

Las diez intervenciones más polémicas de Pablo Iglesias: de la cal viva al “cierre al salir”

El vicepresidente, quien dejará su escaño antes del próximo martes, ha protagonizado en sus seis años como diputado polémicas broncas en el Congreso

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, asiste a su último pleno antes de abandonar la próxima semana el gabinete de Pedro Sánchez para dedicarse por entero a la campaña en la Comunidad de Madrid
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, asiste a su último pleno antes de abandonar la próxima semana el gabinete de Pedro Sánchez para dedicarse por entero a la campaña en la Comunidad de MadridChema MoyaEFE

Desde que Pablo Iglesias irrumpió en el Congreso de los Diputados, donde trabajan los que él definía como “la casta”, su objetivo fue acaparar minutos, como si se tratara de un plató de televisión. Su entrada con Podemos acaparó expectación y la Cámara se convirtió, en los primeros impases de la legislatura, en toda una “performance”. Este miércoles, tras seis años como diputado ha anunciado que dejará antes del próximo martes su escaño, antes, incluso, de abandonar sus responsabilidades en Moncloa como vicepresidente.

Han sido numerosas las broncas que ha protagonizado. Primero en la oposición con un discurso más duro que mutó a un tono de “párroco de homilías”, como lo llegó a tildar el PP, por su discurso pausado y a ralentí desde que se sentó en el banco azul del Gobierno.

La cal viva

Una de las más duras confrontaciones fue la de la Cal viva. Iglesias se encaraba entonces contra Pedro Sánchez: “Le han prohibido gobernar con nosotros. Se lo ha dicho Felipe González, el que tiene el pasado manchado de cal viva”. Las bancadas del PSOE comenzaron a gritar. “Parece que les molesta que les digamos las verdades a la cara, déjenme terminar. Yo no les insulto, guarde ustedes formas por respeto a los ciudadanos que nos están viendo”. Iglesias llegó a pedir el “amparo” del presidente de la Cámara a quien se refirió a él como “Patxi, no sabía que nos íbamos a tutear”, al tiempo que le pedía que le alargara el turno de palabra mientras se repetían las quejas en el hemiciclo y alzaba el tono de voz.

 

Llamó “fascista” a Rivera

El líder de Podemos salió en defensa de Esquerra Republicana y acusó al entonces líder de Cs, Albert Rivera de “provocador”, “fascista”, “agresividad” y de tener un discurso “José Antoniano” y aseguró que frente a su discurso provocador “nos tendrá siempre enfrente”. Entonces, empleaba un discurso más de campaña cuando subía a la tribuna de oradores. Además, acusó a los diputados naranjas de “cooperadores necesarios de la corrupción del PP” y de estar en “una operación gatopardania, para heredar demoscópicamente al PP, ser la fuerza de las oligarquías y poder devorar a su padre”.

 

Debate de Twitter y SMS

El entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy debatió con Pablo Iglesias en una surrealista entente sobre las redes sociales. Rajoy indicó que lo que le estaba proponiendo el diputado de Podemos era un discurso de Google y Twitter. “Lo que plantea es un debate de Twitter. En 140 caracteres no me manejo bien”. Iglesias le replicó: “Le creo que no se maneja bien con el Twitter, pero con los SMS, se maneja de maravilla”. Y Rajoy respondía con su sorna gallega: “En Twitter voy mejorando, y con los SMS me manejé peor, pero ahora también voy mejorando”. A esto, Iglesias contraatacó de nuevo: “Lo celebro, pero me gustaría que mejorara usted en corrupción”.

 

“Delincuentes potenciales”

Pablo Iglesias sacó su vena más provocadora y desafiante durante el debate de investidura en 2016 cuando, en su defensa de las movilizaciones sociales y las manifestaciones, el líder podemita cargaba contra el resto de los diputados, especialmente, del PP y del PSOE. “Dicen que han movilizado 500 policías, pero hay más delincuentes potenciales en esta Cámara que allí fuera”. Esto le valió la reprimenda de la presidenta de la Cámara, Ana Pastor y los diputados también protestaron.

 

“Cierre al salir”

Como vicepresidente del Gobierno tuvo uno de sus sonados encontronazos con el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros durante la comisión de reconstrucción. La riña saltó cuando Iglesias aseguró estaba dispuesto a dialogar con Vox, «aunque a veces parezca que quiera más dar un golpe de Estado que proteger la democracia española, estoy dispuesto a dialogar con cualquiera». Espinosa de los Monteros le recriminó las palabras y el vicepresidente se reiteró en su afirmación: “Creo que a ustedes les gustaría dar un golpe de Estado, pero no se atreven». El desafío de Iglesias y la protección del presidente de la comisión, Patxi López, provocó que el diputado de Vox se levantase de la comisión tras lamentar «este espectáculo lamentable propio de un marxista comunista que no conoce lo que es el consenso democrático». «Cierre al salir», le espetó Iglesias cuando Espinosa abandonaba la sala.

 

La marquesa vs pasado “terrorista”

La que fuera portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, llamó “terrorista” al padre del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, una afirmación ante la que el líder de Podemos avanzó que invitaría a su padre a que “ejerza las acciones oportunas”. “Como sabe, los hijos no somos responsables de nuestros padres, ni siquiera los padres somos responsables de lo que vayan a hacer nuestros hijos. Se lo voy a decir por primera y última vez. Usted es el hijo de un terrorista, a esa aristocracia pertenece usted, a la del crimen político”. En su réplica, Iglesias ha asegurado que esa afirmación no lograría el objetivo de provocarle: “Señora marquesa, si piensa usted que llamando terrorista a mi padre me va a provocar y conseguir que pierda la compostura, se equivoca”. Pero la contienda duró más de un round.

 

Cara a cara contra Aznar

Duro y tenso fue el enfrentamiento entre el expresidente del Gobierno, José María Aznar que buscó la confrontación directa con Pablo Iglesias en la comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular del PP. Fue entonces cuando Aznar le espetaba: “Mi simpatía por usted es perfectamente descriptible, me parece un peligro para las libertades democráticas”. Entonces Iglesias le replicó en tono sosegado: “Su imagen es patética y la imagen que ha dado usted en esta comisión es una vergüenza para mi país. Trabajaré para que nadie se tenga que avergonzar de tener expresidentes como usted”.

 

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, junto a la diputada de Vox, Macarena Olona hoy en el Congreso
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, junto a la diputada de Vox, Macarena Olona hoy en el CongresoChema MoyaEFE

Duelos con Olona

Han sido numerosos los duelos dialécticos que Pablo Iglesias ha mantenido con la diputada de Vox, Macarena Olona. Se llegaron a retar, al estilo Oeste, con la palabra como arma. Del “coleta ratas”, “pirómano”, “su socio de Gobierno se tapa la nariz cuando pasa por su lado, el “Congreso de las focas, “el moño contenido” o una “cal ya no tan viva”. Entre esos envites el vicepresidente del Gobierno esperó su turno y disparó con tuits, y acusaciones de “apología del terrorismo” por el pésame que había hecho la diputada tras el fallecimiento del exgeneral de la Guardia Civil, Rodríguez Galindo. “No creo que sean una fuerza política con ningún tipo de altura de Estado”. “Hacen apología del terrorismo de estado”.

 

Contra el acento de García Egea

En sede parlamentaria, el vicepresidente segundo del Gobierno, firme defensor de la España plurinacional, se mofó del diputado del PP, Teodoro García Egea por su “acento” y le pidió que “vocalizara un poco más”.

“Señor García Egea, lo primero, una cuestión de forma. Creo que se nos entiende regular cuando hablamos con la mascarilla puesta. Si no le importaría, vocalizar un poco más en su siguiente intervención porque me ha costado entender algunas cosas. De verdad que se lo digo con sinceridad”, afirmó. A lo que el diputado popular le replicó instándole a “salir más” por España. “Señor Iglesias, hay que salir más, que España es muy diversa en los acentos y hay que aprender a entender todo», señaló con sorna desde su escaño provocando las risas de su bancada.

Más tarde, a través de Twitter, García Egea criticó la doble moral de Pablo Iglesias, defendiendo la “España plural” y no entendiendo la diversidad de acentos de los que goza la lengua castellana: “El Iglesias de la España plural y confederal no es capaz de entender que hay más acentos en nuestro país. Un pastelico de carne y un asiático pal zagal”.

El bolso “presidencial” de Sáenz de Santamaría

En la moción de censura a Mariano Rajoy hubo un protagonista indiscutible, el “bolso presidencial”. El entonces líder de Podemos criticó la ausencia del presidente del Gobierno durante el debate parlamentario que posteriormente se saldaría con la salida de los populares del Ejecutivo en junio de 2018. “Es una vergüenza que el escaño del presidente del Gobierno, en una moción de censura, esté ocupado por un bolso. Ojalá esto no vuelva a ocurrir nunca más”, dijo, en alusión al escaño vacío de Rajoy en el que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría había ocupado el escaño de Rajoy con este complemento.