Trasvase
Encuesta elecciones Madrid: El PSOE cede más votos al PP que a Podemos y a Más Madrid juntos
Ayuso le “roba” 89.306 electores a Gabilondo y aglutina a la derecha, captando 480.845 votos de Ciudadanos y Vox
La campaña electoral ha dado un vuelco, pero no en la dirección que esperaba la izquierda. Las graves amenazas contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la directora general de la Guardia Civil,María Gámez, y el candidato de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias; a las que se sumó la recibida por la titular de Industria y futura vicepresidenta económica si gobierna Ángel Gabilondo, Reyes Maroto, se han convertido en un elemento no menor de la pugna partidista. El cuestionamiento por parte de Vox de su veracidad y el clima de crispación que se vivió en el debate de la SER el pasado viernes supusieron un punto de inflexión en la contienda y permitieron a la izquierda cambiar el marco en el que se había desarrollado hasta ahora la campaña.
Del “comunismo o libertad” de Isabel Díaz Ayuso, al “democracia o fascismo” que corean al unísono PSOE, Más Madrid y Podemos. Sin embargo, más allá de estas disyuntivas grandilocuentes, ajenas de los problemas reales de los ciudadanos, queda aún por calibrar si esto supone un revulsivo suficiente para movilizar a los abstencionistas de izquierda y si permite romper la dinámica de bloques o los ensancha todavía más.
Los socialistas, que habían visto fracasar su estrategia de giro al centro y estaban ya enfocados en movilizar el espectro de la izquierda, no tardaron ni 24 horas en cambiar su lema de campaña para adaptarlo al nuevo contexto. “No es solo Madrid. Es la democracia”. Una capacidad de reacción que no le está sirviendo para captar voto. A pesar de que los socialistas estén en la diana de las amenazas, tres de los cuatro receptores están vinculados al PSOE, no rentabilizan la utilización que se está haciendo de esta circunstancia en sus actos de campaña. Al contrario, los socialistas no frenan su lento desgaste, que le lleva a perder dos décimas en dos días. Gabilondo retiene al 69,8% de los votantes que apostaron por él en 2019, pero resulta significativo que su principal fuga de electores se oriente hacia el PP. El candidato socialista cede más votos hacia la derecha (11,2%) que hacia la izquierda (9,5%). Díaz Ayuso le hace un agujero electoral del 10,1% -89.306 votantes-, de mayor tamaño que el que suponen las fugas hacia Más Madrid (5,8%) y Unidas Podemos (3,7%) juntas. Un porcentaje del 9,4%, 83.116 socialistas, se quedarán en casa.
Iglesias capta 103.591 votos de PSOE y Más Madrid
La movilización en la izquierda la está capitalizando Mónica García, que es la única que sube en la encuesta de NC Report, y lo hace avanzando cuatro décimas en los últimos dos días y dos puntos en la última semana. Sin embargo, es Iglesias quien capta más votos de sus competidores en este espectro (103.591), a pesar de acusar el desgaste de la campaña, cayendo cuatro décimas en dos días. Más Madrid obtiene más votantes del PSOE (51.284), que de Unidas Podemos (34.071). Y mientras que los socialistas pierden más de los que reciben de los partidos a su izquierda, Podemos hace su agosto con Más Madrid (70.875 votos) y en menor medida con el PSOE (32.716). Gabilondo pesca 21.880 votos de Errejón y 11.055 de Isa Serra en 2019. De los resultados que ambos líderes –que no repiten– obtuvieron entonces, Unidas Podemos retiene el 69,6 por ciento y Más Madrid, el 76,1%. La abstención les golpea con un 5,5% y 4,2% a ambos respectivamente.
Ciudadanos cede 400.000 votos a Ayuso
La reagrupación de la derecha en torno al PP es, quizá, el desafío más acuciante al que se enfrenta Pablo Casado desde que asumiera las riendas del partido, toda vez que este espectro ideológico se escindió en dos formaciones, que se desgajaron llevándose a parte de su electorado. Esta situación llevó a los populares a pasar de 137 escaños en el Congreso en 2016 a quedarse en menos de la mitad –66– en la primera de las convocatorias electorales de 2019. La repetición del 10 de noviembre, debacle de Ciudadanos mediante, le permitió a Casado coger cierto aire, hasta los 89. El trasvase que se da entre los partidos de la derecha alcanza su máximo apogeo en la Comunidad de Madrid, un microclima en el que el objetivo del PP de convertirse en la «casa común» del centro derecha, se ha demostrado realizable.
Según la última encuesta de NC Report antes de las elecciones, Isabel Díaz Ayuso estaría en condiciones el próximo 4 de mayo de doblar los resultados que consiguió hace dos años, manteniendo el 92,4% del voto de entonces. La nueva dinámica de campaña, con las amenazas de muerte a destacados dirigentes de la izquierda, y el foco sobre la formación de Santiago Abascal por negarse a condenar sin matices estas prácticas han lastrado al bloque de PP y Vox en los últimos días. Los populares se dejan tres décimas y Rocío Monasterio, una; mientras que Ciudadanos, cuya situación comprometida les deja todavía fuera de la Asamblea, logra coger impulso en el escenario de tan profunda crispación.
Sin embargo, el éxito de Díaz Ayuso en las próximas elecciones, además de por la transversalidad que le permite «robar» 89.306 votantes al PSOE, está en el vaciamiento que ha perpetrado a los partidos de su espectro ideológico. Del total de votantes que le otorga NC Report para los próximos comicios, el 35,29% proceden de Vox y Ciudadanos, unos cálculos que se cuantifican en 480.845 votantes de estas formaciones, por los escasos 37.432 que pasan del PP a ellas.
El fracaso del giro al centro de Gabilondo: 24.000 votos
El partido naranja es el que se lleva la peor parte, ya que le transfiere al PP el 63,5% de quienes les votaron en 2019, unos 400.000 electores. Esto hace que Edmundo Bal apenas logre retener a un 17,8% de quienes optaron por Ignacio Aguado hace dos años. Los números de Ciudadanos también reflejan el fracaso de la estrategia del PSOE de giro al centro, Gabilondo solo capta a un 3,8 por ciento de electores naranjas, casi 24.000 votos. Tampoco le ayuda a Bal que un 12,1% (76.222) de sus electores se vayan a quedar en casa.
Si la sangría de Ciudadanos es notable, también cabe destacar –aunque en menor medida– la de Vox. Díaz Ayuso es mejor valorada por los votantes de esta formación que su propia candidata, lo que ha obligado a Santiago Abascal a entrar en campaña y hasta en el cartel electoral para atraer votos. De quienes optaron por esta formación en 2019, 80.834 no repetirán y se pasarán al PP, lo que representa un 28,1%. El partido logra retener al 64,6% de quienes apostaron en 2019 por ellos y, como entonces, sus votos se antojan decisivos para que Díaz Ayuso pueda gobernar.
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