Acto masivo

El PP moviliza a sus bases para que la manifestación de Colón sea un éxito

Casado mantiene su presencia, pero el PP le pide discreción y que aísle a Abascal

Pablo Casado durante la conferencia de Juan Jesús Vivas en el Club Siglo XXI
Pablo Casado durante la conferencia de Juan Jesús Vivas en el Club Siglo XXILuis DíazLa Razón

Si Pablo Casado atiende la demanda mayoritaria de su partido, el domingo estará en la concentración convocada en la madrileña Plaza de Colón contra los indultos a los líderes del «procés», pero evitará el protagonismo, buscará «la mayor discreción», y, además, en los próximos días cuidará su discurso y sus formas en relación a la cuestión catalana. El PP ya dudaba de la ventaja de quemar todas las naves en la nueva ofensiva en clave catalana porque temían que pueda servir más al beneficio de Vox que al de ellos mismos. Y la injerencia de ayer del líder de ERC, Oriol Junqueras, ha apuntalado estos temores sobre el riesgo de «caer en la trampa». «A veces no nos enteramos ni de lo más evidente y sencillo, hay pacto y las dos partes jugarán a hacerse el menor daño posible», sentencia uno de los ministros del Gobierno de Rajoy que participó en la estrategia contra el «procés».

Casado mantiene su presencia en la protesta del domingo después de que Junqueras diera ayer oxígeno al presidente del Gobierno al rechazar la vía unilateral y admitir que le valen los indultos como medida para aliviar «el conflicto» catalán. El giro discursivo, aceptar los indultos y no exigir la amnistía, se produce después de que ERC haya conseguido la Presidencia de la Generalitat, en un complicado pacto con el partido del ex presidente prófugo, Carles Puigdemont, y con la CUP. Puigdemont es de los menos interesados en que haya indultos, y el Gobierno alega que el sentido de esta medida de gracia es, precisamente, abundar en la división independentista. La justificación que viene dándose desde la etapa del Gobierno de Rajoy para explicar todos los guiños a ERC.

«La mayoría de los votantes del PP ven normal que estemos en la concentración y que defendamos aquello en lo que creemos, pero la presencia de Casado debe ser discreta. Manifestación, sí, pero sin foto con ellos. Y el tono y el discurso deben ser distintos».

Esta llamada a la prudencia tiene como razón de ser las sospechas que se mueven dentro de la organización popular sobre lo que pueden tener hablado y pactado el Gobierno y ERC. Hay sectores del partido que admiten fuera de la línea oficial que la respuesta al desafío secesionista «debe actualizarse», igual que lo está haciendo la estrategia del Gobierno y de ERC. Los independentistas mantienen la ficción, pero hay que saber ver que «el pulso lo sostienen en el plano discursivo», y ante eso «no podemos seguir diciendo lo mismo que decíamos cuando se convocó un referéndum ilegal.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está en manos de ERC, pero en el camino hay interrogantes que pueden volver contra el PP la ofensiva en materia independentista si no «medimos bien todos los pasos».

Está por ver cómo avanza la mesa de negociación entre Gobierno y Generalitat, si es posible que ERC vuelva a la etapa de Artur Mas para empezar a negociar, y qué hace Estrasburgo con la revisión de la sentencia del Tribunal Supremo contra Junqueras y los demás condenados por sedición y malversación.

El PP catalán está en contra de la recogida de firmas contra los indultos, e intenta mezclarse lo menos posible con la posición más dura de Génova. Es un debate perdido y el temor de la organización regional catalana es que esta negociación de la Generalitat y Madrid sea el último empujón que acabe borrándoles del mapa político en Cataluña.

Pero en Génova las cosas se ven de manera muy distinta, y a la inversa de lo que lo hace Sánchez. Juegan a ganar en el resto de España con su posición sobre Cataluña. Sánchez juega a ganar en Cataluña, sin perder demasiado en el resto de España.

El debate del PP es formal y estratégico, no afecta a la parte troncal de la posición del partido. Pero enlaza con la discusión también abierta sobre la necesidad de que en Génova diseñen una alternativa global que no se quede en reaccionar a cada uno de los movimientos del Gobierno. En otras manifestaciones y concentraciones desde la dirección nacional han salido instrucciones para movilizar a las estructuras orgánicas para dar más cuerpo a la protesta. En relación a la del domingo, estará representado el PP de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso a la cabeza, y Génova, pero no han movilizado al resto del partido. Sí a las bases y a la militancia para que la protesta sea un éxito.