Cataluña

La Generalitat da plantón a Sánchez en su macro acto de hoy

El presidente «venderá» su plan ante 300 personas en Barcelona

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a un acto de homenaje a la comunidad educativa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a un acto de homenaje a la comunidad educativaIsabel InfantesEuropa Press

Todo está preparado. Pedro Sánchez volverá a aterrizar en Barcelona por tercera vez en los últimos 15 días y ha citado a las 12:00 a más de 300 personas de diferentes entidades culturales, sociales, políticas –como Sociedad Civil Catalana–, empresas, organizaciones agrarias, Iglesia y medios de comunicación.

En el argot del líder del PP, Pablo Casado, 300 cómplices que le escucharán en el Liceo hablar de indultos. No faltará de nada, ni siquiera la perfomance independentista. Fuera, unos centenares de activistas independentistas protestarán por la presencia de Sánchez, convocados por la Asamblea Nacional Catalana, y contra los indultos, porque «sigue la represión», llamando la atención de los más de 3.000 procesadas en relación al 1-O. El Govern no estará. Ha sido invitado pero no acudirá. Los miembros de Junts per Catalunya cargaron el viernes contra Sánchez negando la reconciliación y reclamando la amnistía.

Y Pere Aragonés ha contraprogramado con un contacto con los medios de comunicación a las 13:00 en Amposta (Tarragona). Allí, seguramente insistirá en el argumento que Oriol Junqueras ha repetido este fin de semana en la presentación de su libro. Según el líder de ERC, los indultos son un movimiento del Gobierno en previsión del varapalo europeo a la justicia española que la medida de gracia trata de minimizar.

En estos últimos 15 días, Sánchez ha forjado el apoyo de una gran mayoría de la sociedad catalana a los indultos como primer paso para el «reencuentro» y «fomentar la convivencia». Empezó el día 7 con un encuentro con Aragonés y siguió la pasada semana recabando el apoyo de los empresarios. Aragonés también ha hecho movimientos, como su contacto informal con el Rey y la carta que se publicó el día 7 de Junqueras, en la que abjuraba de la vía unilateral.

Tras su intervención en Barcelona, Sánchez volverá a Madrid y el Gobierno aprobará los indultos. El día 30 acudirá al Congreso. Formalmente, para informar del Consejo Europeo Extraordinario del 24 y 25 de mayo y del Ordinario del 24 y 25 de junio, aunque el centro del debate será la situación política y económica. O sea, los indultos. Los socialistas confían en tener un amplio respaldo, superior a los 180 diputados, dejando arrinconada a la derecha, por un lado, y por otro, a Junts per Catalunya con la CUP.

Antes de final de mes, recibirá a Aragonés en La Moncloa. Será una reunión a solas que han ido preparando en sus últimas conversaciones telefónicas y en la que sus equipos atan hasta los mínimos detalles. Ambos pondrán los cimientos de la Mesa de Diálogo que se reunirá durante el verano.

Para Aragonés, lo preferible sería que se reuniera en julio, aunque en el Gobierno prefieren septiembre. El presidente catalán también necesita tiempo porque Junts aprieta y agrietó al Govern esta semana por la visita del Rey, y los sectores más radicales quieren deteriorar la línea marcada por ERC. Para el independentismo unilateralista los indultos son tan negativos como para la derecha, aunque por motivos diferentes, en un punto coinciden: otorgan a Sánchez y a Aragonés la iniciativa política.

El público espera que el presidente entre en el detalle de la medida de gracia, una medida de carácter político que será parcial y reversible, e individualizada para nueve de los condenados, porque tres ya han cumplido la pena. El indulto será aprobado mañana, salvo imprevistos de última hora, porque los textos están bien afinados jurídicamente aunque tienen un alto contenido político.

Hoy, Sánchez defenderá su aprobación y dará sus razones, aunque se espera que desbroce la propuesta que presentará a los independentistas en la Mesa de Diálogo. De momento, el Govern no se ha movido de su amnistía y autodeterminación.

En estos días el ministro de Administración Territorial y Primer Secretario del PSC, Miquel Iceta, y el líder parlamentario del PSC, Salvador Illa, han dibujado la propuesta negociadora: referéndum sí, pero sobre un nuevo encaje de Cataluña y España basado en un nuevo sistema de financiación, blindaje de competencias para evitar el conflicto permanente en el TC en el marco de una España Federal. En definitiva, un nuevo Estatuto que sea ratificado por una mayoría de catalanes y sitúe al independentismo en otro escenario, el de la ruptura entre pragmáticos y radicales.

Eso solo depende de ERC, pero el PSC en Barcelona y el PSOE en Madrid esperan generar nuevas mayorías, algo deseable para garantizar la estabilidad de los gobiernos de Sánchez y Aragonés.