Igualdad

Moncloa relega a Irene Montero en la ley del «solo sí es sí» porque «no es nueva»

Igualdad cambia el consentimiento a positivo para pasar el filtro del CGPJ

Dieciséis meses después de lo prometido y tras duras negociaciones entre la cuota socialista y morada en el Gobierno, la Ley Orgánica de Garantía de Libertad Sexual, más conocida como Ley del «Solo sí es sí» llegó ayer al Consejo de Ministros, después de pasar el filtro de Justicia, la vicepresidencia primera y del Consejo General del Poder Judicial. En los últimos meses, el órgano de Justicia había expresado sus dudas sobre la supresión de la distinción entre abuso y violación, por ejemplo, al opinar que se podría estar desprotegiendo jurídicamente a la víctima.

Si bien la norma supuso una de las primeras crisis de la coalición, ayer volvió a producirse una escenificación de la batalla hasta el final que se ha producido entre ambos partidos para dar luz verde a la norma. Ni la ministra de Igualdad, ni tampoco el titular de Justicia comparecieron ayer al término del Consejo de Ministros para explicar la norma. Un hecho que llamó la atención, aunque desde Podemos, deslizan resignados, ya están acostumbrados puesto que ya ocurrrió cuando se aprobó la prórroga de los ERTE y tampoco compareció la ministra de Trabajo Yolanda Díaz.

Para paliar este vacío informativo, Montero publicó un vídeo en sus redes sociales antes incluso de que comparecieran en rueda de prensa la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, y la vicepresidenta segunda y titular de Economía, Nadia Calviño. Fuentes de Moncloa intentaron restar trascendencia a esta ausencia de la ministra de Igualdad, que el pasado martes sí compareció para explicar la Ley LGTBI y Trans. Aseguraron las mismas fuentes que no es una novedad, puesto que la norma llegaba en trámite de segunda lectura y que ya se había presentado en su día.

Finalmente la norma se salda con la rectificación de Igualdad en cuanto al consentimiento expreso. Había sido una de las peticiones del CGPJ en su último informe y desde Justicia también presentaron objeciones al consentimiento en negativo que había definido Igualdad en el borrador de la norma en un primer momento.

El documento explicitaba que «se entenderá que no existe consentimiento cuando la víctima no haya manifestado libremente por actos exteriores concluyentes e inequívocos, conforme a las circunstancias concurrentes, su voluntad de participar en el acto». Ahora, tras la revisión de Justicia y el CGPJ, el consentimiento pasa a redactarse así: «Sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente, mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona».

Aún así, expertos jurídicos consultados por este diario dudan de que el texto sirva para mejorar a la víctima y advierten de que pueden crear «inseguridad jurídica». De hecho, recuerdan que en la actual legislación ya queda claro que cualquier acto sexual no consentido es delito. A juicio de los expertos consultados, la nueva definición puede «complicar la tipificacion del delito, lo que permite mayor rango interpretativo».

Otros expertos, como Carlos Pérez del Valle, catedrático en Derecho Penal en la CEU San Pablo de Madrid dudan que el drama actual que sufren las mujeres a causa de la violencia machista pueda resolverse el problema tan solo con legislar sobre el consentimiento expreso. «Los jueces siempre lo han tenido claro más allá de que haya alguna sentencia que pueda llamarnos la atención», explica. Cree que el consentimiento expreso ya existía en la cabeza de los jueces.

A partir de ahora, todo delito sexual será agresión sexual. Será violación todo acceso carnal vaginal, anal o bucal -o la introducción de miembros corporales y objetos- sin consentimiento y se dejará de exigir que concurran violencia o intimidación.