Visita Real
El Rey asegura a los afectados que “no van a faltar ayudas” para que puedan recuperar sus vidas
Don Felipe y doña Letizia visitaron a palmeros que habían sido evacuados por la erupción
El Rey Felipe VI y la Reina Doña Letizia dejaron su huella en la capa de cenizas del volcán que desde el pasado domingo sacude La Palma, y que ha destruido la vida de cientos de familias. La llegada de sus majestades y la expectación dejaron paso a su proximidad para confortar, incluso con susurros al oído, a las personas evacuadas al Acuartelamiento El Fuerte –al otro lado de la isla– tras dejar atrás sus hogares, ahora sepultados por la colada del volcán.
Palabras de consuelo y gestos que delataban una clara empatía fueron denominador común en el contacto de los Reyes con los afectados, a quienes Felipe VI aseguró que «no van a faltar ayudas». Consciente de la gravedad de la situación y de la incertidumbre por la que atraviesa la población, su majestad el Rey reconoció ante algunos de los afectados que «os quedáis con casi nada de golpe; sin casas, sin enseres, sin ropa, sin recursos, sin trabajo, pero sí con la vida y la ayuda y la solidaridad de los demás».
Acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por el responsable del Ejecutivo canario, Ángel Víctor Torres, el Rey Felipe VI se mostró convencido de que los palmeros superarán esta tragedia con el apoyo de todas las administraciones. «Esta isla bonita, que es una joya, va a seguir siéndolo y seguro que los palmeros saldrán adelante», dijo el Monarca, para a continuación insistir en que «todas estas familias van a tener un futuro porque entre todos vamos ayudar a recomponer sus vidas; les tenemos que ayudar».
Felipe VI y la Reina Doña Letizia no podían ocultar su pesar al conocer los detalles de la tragedia de algunas de estas familias palmeras, que quisieron mostrales, a través de fotografías, parte de sus recuerdos en unos hogares, en unas fincas y en un entorno, que la lava del volcán ha hecho desaparecer para siempre. Remedios Armas, una de las primeras vecinas en perder su casa en uno de los barrios más afectados por la colada volcánica, Todoque, confesaba en declaraciones a este periódico que «he sentido el consuelo; la impresión que he tenido hablando con los Reyes, con Don Felipe y con Doña Letizia, es que estaban sintiendo nuestro dolor, un dolor que está en el ambiente, que tenemos todos y que se puede palpar».
Autoridades civiles y militares acompañaron a sus Majestades en esta visita a La Palma en la que se acercaron al Puesto de Mando Avanzado, apenas a 20 kilómetros de la boca del volcán, tras participar en la reunión del Comité Director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias (Pevolca). En el encuentro técnico celebrado en el Cabildo, sus Majestades tuvieron oportunidad de conocer la gravedad de la situación y la incertidumbre ante la incógnita que más preocupa ahora a la población: cuánto se prolongará esta erupción volcánica, cuyos daños en cultivos y viviendas son irreversibles, y cuánto más engullirá en su lenta trayectoria, apenas a dos kilómetros de la costa de Tazacorte.
El Rey Felipe VI defendió la necesidad de «hacer todo lo que esté en nuestras manos para sacar adelante a estas familias, preservar su seguridad, garantizar su mañana y reconstruir en La Palma todo lo que la naturaleza se ha llevado, aunque no en el mismo lugar».
Don Felipe y doña Letizia bajaron hacia la zona afectada por la erupción, en el límite entre el barrio de La Laguna y el de Todoque, el barrio donde mayor número de viviendas ha sepultado el volcán. Y dejaron atrás la ceremonia del protocolo y los formalismos para intercambiar saludos y mantener conversaciones con algunos de los vecinos afectados, ante quienes el Rey Felipe VI reconoció que «esto es una tragedia y no es fácil ponerse en la piel porque hay familias enteras que lo han perdido todo».
«Hoy no es fácil dar consuelo pero queremos con todo cariño dar esperanza, esperanza en que, paso a paso, con la ayuda de todos, van a poder reconstruir sus vidas», señaló su majestad Felipe VI frente a las autoridades. El Rey y la Reina tuvieron palabras de elogio para los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, para el personal de Protección Civil y para los voluntarios. A todos ellos reconoció que están mostrando «capacidad y humanidad».
Mientras, Cumbre Vieja mantiene los fenómenos explosivos, una velocidad estable en las deformaciones y una sismicidad de bajo nivel. Una colada de lava casi se ha detenido, la orientada más al norte, y la otra avanza con lentidad y no llegará al mar nunca antes del domingo.
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