Memoria Histórica
Reinhumados en la intimidad los restos del “as” de la aviación franquista García Morato
La familia decidió en junio el traslado para evitar polémicas como la de Queipo de Llano en Sevilla
Los restos de Joaquín García Morato, “as de ases” de la aviación de Franco en la Guerra Civil, fueron reinhumados discretamente por su familia el 14 de junio. Estaba enterrado desde 1971 en la capilla de la cofradía de la Misericordia, cuyo Hermano Mayor Honorario es el Ejército del Aire, donde llegó después de haber reposado desde su muerte, el 4 de abril de 1939, en el malagueño cementerio de San Miguel.
Una de las nietas confirma la noticia a LA RAZÓN aunque, según ha adelantado La Opinión de Málaga, se desconoce el lugar donde ha sido enterrado. Asistieron “varios nietos, representando a las cuatro hijas del aviador”, en “un acto sencillo y digno, en el que agradecimos la compañía de la cofradía y de la parroquia”, señalan fuentes de la familia. Un tiempo antes, se pusieron en contacto con la Iglesia del Carmen e informaron de su deseo expreso de llevarse los restos de la capilla de la Misericordia para evitar polémicas como las que generan la sepultura del general Queipo de Lleno en la basílica de la Macarena, en Sevilla, o la que se vivió cuando se produjo la exhumación de los restos de Franco.
Sus descendientes no quieren aportar información alguna sobre el destino final de García Morato. “El mantener este dato en privado es una decisión unánime en la que han participado todos los miembros de la familia. No queremos dar juego a la campaña mediática”. Y apuntan que todo se hizo “con el respeto y el honor debidos a un héroe, y evitando que se use su figura para someter a presiones políticas a la Iglesia”.
La hermandad de la Misericordia dio cuenta de la noticia a su Junta de Gobierno en agosto y la placa de mármol que cubría la tumba ha sido retirada de la capilla.
El año pasado, el PSOE en el Ayuntamiento de Málaga dio un paso adelante contra lo que suponía una «vulneración de la Ley de Memoria Histórica». El 11 de febrero, la comisión de Memoria Histórica del consistorio malagueño instó a la Diócesis de Málaga a facilitar los trámites para la exhumación de los restos de García Morato y cumplir así los acuerdos plenarios del 26 de julio de 2018 adoptados a petición de Málaga Ahora. Por su parte, el alcalde, Francisco de la Torre (PP), advertía de que el traslado de los restos del aviador franquista es una decisión que correspondía «a la iglesia del Carmen y a su familia, que tendrán mucho que decir». El portavoz socialista municipal, Daniel Pérez, insistía en que los restos de Joaquín García Morato deben salir del templo, al considerar que «no merecen mayores honores», y exigía al primer edil que eligiera entre «ponerse del lado de la ley o al lado de aquellos que, con la connivencia del franquismo, quieren que continúen allí los restos».
Como en el caso de Queipo de Llano, sobrevino la pandemia y el tema quedó en suspenso. La familia de García Morato, contactada por este periódico hace un año, mostraba cautela. «Por el momento no deseamos dar ninguna respuesta a las publicaciones recientes. Incluso teniendo en cuenta el daño que nos ha causado ver escritas infamias, difamaciones, mentiras e inexactitudes, consideramos que no es el momento adecuado para hacerlo», apuntaba una de las nietas del aviador.
Sus descendientes son en total trece nietos, hijos de las cuatro ramas familiares.
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