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La última sorpresa del archivo de la Fiscalía: Don Juan Carlos pagó de más a Hacienda

La oficina antifraude de la Agencia Tributaria considera que la primera regularización fiscal del rey emérito “no es correcta” porque ingresó un exceso de 16.748 euros

El Rey Juan Carlos, en una imagen de archivo
El Rey Juan Carlos, en una imagen de archivoJavier LizónAgencia EFE

El decreto con el que la Fiscalía del Tribunal Supremo ha archivado todas las investigaciones contra Don Juan Carlos, despejando así su horizonte judicial, deja al descubierto un hecho llamativo. Y es que, según expone el Ministerio Público, un informe de la ONIF, la oficina contra el fraude de la Agencia Tributaria, en su primera regularización fiscal el 9 de diciembre de 2019, el padre de Felipe VI pagó a Hacienda 16.748,14 euros de más.

Así lo pone de manifiesto el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, en uno de los decretos de archivo de las diligencias que han tenido en vilo al rey emérito los últimos dos años. Con esa regularización –en la que abonó al fisco 678.393 euros para ponerse al día con Hacienda respecto a los pagos que le hizo el empresario mexicano Allen Sanginés Krause entre 2016 y 2019–, el soberano ha evitado a la postre (respecto a los ejercicios no prescritos) una posible imputación por delito fiscal, al considerar la Fiscalía que en ese momento no tenía conocimiento de que se le estaba investigando ya por fraude fiscal.

Pero, ¿por qué pagó de más el monarca? Según se detalla en el decreto de archivo, todo se debió a un error, pues «la autoliquidación no es correcta». Así lo puso de manifiesto –recuerda– un informe de la ONIF (la Oficina Nacional de Investigación del Fraude de la Agencia Tributaria) del pasado 19 de enero.

En ese documento, se señala en primer lugar que el cálculo de tributación sobre las donaciones percibidas del empresario mexicano (actos unilaterales a título lucrativo, como los bautiza la Fiscalía de forma rimbombante) se efectuó conjuntamente, y no de forma individual, «lo que determina que ingresase cuotas más altas de las que corresponden».

Donaciones de un empresario mexicano

Asimismo, Don Juan Carlos no incluyó dos transferencias remitidas por Sanginés Krause a una cuenta en el Banco Caminos a nombre del coronel Nicolás Murga, ex ayudante de campo del soberano (96.696 euros del total de 516.606 que percibió el monarca a través de transferencias a esta entidad y a otra cuenta de Ibercaja, también titularidad del militar). Como tampoco incluyó otros 95.365 euros con los que el empresario mexicano abonó diversos gastos sanitarios del rey emérito a través de la entidad Sociedad de Medicina Antiagining y Longevidad Saludable entre 2017 y 2018.

Por último, la ONIF hacía referencia en ese informe –ampliatorio de otro de 29 de julio del pasado año– a que cuando se llevó a cabo la regularización fiscal ya «habían prescrito administrativamente las donaciones por gastos de viaje» correspondientes al 31 de marzo, 17 de mayo y 4 de julio de 2016 (en total, 81.132 euros).

La oficina antifraude hacía hincapié en que a efectos fiscales debía «considerarse la existencia de 22 donaciones que generan otras tantas cuotas tributarias, cuyo importe de cada una no supera el límite de 120.000 euros».

También intereses y recargos

Así que dado que la suma total de las cuotas correctamente liquidadas asciende a 539.664,36 euros –el resultado de restar al cálculo total de 559.361 euros el importe de las que ya estaban prescritas, que suma 19.696 euros–, Don Juan Carlos ingresó 16.748,14 euros de más, pues abonó en concepto de cuota 556.412.50 euros.

Además, añade la ONIF, «también se produjo un ingreso excesivo al proyectarse dicha cuota» errónea sobre los intereses y recargos, conceptos por los que el rey emérito abonó 38.519,35 y 83.461,87 euros, respectivamente.

La Fiscalía precisa respecto a las donaciones efectuadas por Sanginés Krause a partir de junio de 2014, fecha de la abdicación de Don Juan Carlos (cuando quedó penalmente a la intemperie al perder su inviolabilidad como jefe de Estado), que la cuota de las mismas es «notablemente inferior» al límite de 120.000 euros que marca la frontera del delito fiscal.

Además de los 516.606 euros en concepto de transferencias a través del coronel Murga, el empresario mexicano pagó al soberano otros 471.673 euros en viajes (en diez transferencias a dos cuentas bancarias) y los referidos 95.365 euros en gastos sanitarios a una clínica antienvejecimiento.