En Roma

Los países del sur de Europa cierran filas para limitar el precio de la energía

Sánchez se ratifica en esperar al 29 de marzo para adoptar medidas económicas

España, Italia, Grecia y Portugal han unido sus fuerzas para exigir a Bruselas una respuesta común a la crisis energética, agravada por el impacto de la guerra en Ucrania, que está provocando un aumento histórico de los precios del gas y de la electricidad. Ese era el objetivo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que esta semana emprendió una gira europea para buscar apoyos a la iniciativa española, que propone reformar el mercado energético de la Unión Europea para abaratar el precio de la energía, y que presentará en el próximo Consejo Europeo.

El presidente del Gobierno se reunió este viernes en Roma con sus homólogos de Italia y Portugal, Mario Draghi y Antonio Costa, mientras que el primer ministro de Grecia, el conservador Kyriakos Mitsotakis, no pudo asistir de forma presencial por resultar positivo a la Covid-19 pero participó en video-conferencia. Sánchez insistió en la necesidad de encontrar “respuestas europeas a problemas europeos” porque “la actual emergencia económica y social” que afecta a toda la UE “no puede ser respondida de 27 maneras distintas”.

En la rueda de prensa posterior a la reunión, Sánchez insistió en la necesidad de garantizar la seguridad en el suministro, lograr la diversificación de las fuentes de energía y realizar “una apuesta decidida” por la transición energética.

España propone desacoplar el precio del gas del de la electricidad mediante el establecimiento de un tope de precios. Italia apoya esta medida, pero, además de fijar un precio máximo al megavatio eléctrico, el Gobierno de Mario Draghi defiende dos iniciativas aún más ambiciosas, que consisten en introducir un sistema de almacenamiento de stock conjunto y la compra de energía a nivel comunitario, del mismo modo que se hizo para la adquisición de vacunas contra la Covid-19. La idea de Roma es que esta última medida otorgaría mayor fuerza contractual frente a las adquisiciones país por país y permitiría obtener precios más sostenidos.

Las reservas comunes nos permiten protegernos mutuamente y las compras comunes, tener un mayor peso negociador frente a los proveedores”, apuntó el primer ministro italiano. “Debemos intervenir inmediatamente para ayudar a las empresas y las familias más vulnerables. La UE reaccionó con unidad y determinación ante la agresión de Ucrania. Y ahora debemos demostrar la misma cohesión para proteger a nuestras economías de las consecuencias de la guerra, en particular de los aumentos de precio de la energía”, subrayó Draghi.

El jefe del Ejecutivo italiano reconoció que “la convergencia natural de puntos de vista” de Roma, Madrid, Lisboa y Atenas choca con otros países miembros de la UE, por lo que los cuatro países mediterráneos tratarán de ejercer presión para crear una respuesta común a la crisis energética. “Todos estamos convencidos en la necesidad de proceder a una diversificación de las fuentes de gas natural y de la producción de energía renovable”, subrayó.

Italia, que exporta de Rusia el 45% del gas que consume, ya ha dado algunos pasos para aliviar a sus ciudadanos del alza de los precios de la energía, y la semana pasada aprobó un paquete de 16.000 millones de euros dirigidos a empresas y familias. España, sin embargo, apuesta por una estrategia europea común y no presentará hasta finales de marzo el Plan Nacional para hacer frente a las consecuencias económicas de la invasión de Ucrania.

En declaraciones a los medios, Sánchez defendió que su Gobierno había aprobado medidas para “amortiguar” el alza de los precios, pero insistió en la necesidad de “actuar sobre el origen del problema, que son las fuentes de suministro de energía y cómo está diseñado el mercado energético europeo”. En su opinión, de nada serviría bajar impuestos si no se consigue desvincular el precio del gas del de la electricidad a nivel europeo. “Si es un problema europeo tenemos que dar una respuesta europea”, añadió.

Por eso el Gobierno quiere esperar a las conclusiones del Consejo Europeo que se celebrará la próxima semana en Bruselas, aunque reconoció que la UE no puede perder “ni un día más” en adoptar medidas para reformar el mercado energético. “Tenemos que hacerlo conjuntamente y tenemos que hacerlo ya. Vamos tarde. Deberíamos haberlo hecho antes”.