Gira internacional
Pedro Sánchez: vuelta a los orígenes como presidente 25 años después
El jefe del Ejecutivo que participó en la reconstrucción de Bosnia tras la guerra, regresa ahora para brindar su apoyo a la adhesión a la UE
«Me hace mucha ilusión este viaje». Pedro Sánchezvuelve a Bosnia como presidente del Gobierno 25 años después y no oculta que el país tiene un significado especial para él, que ya marcó los inicios de su trayectoria política. A finales de 1995 el epicentro de la Guerra de Yugoslavia se desplazó hasta Dayton (Ohio) donde se celebró la conferencia que pretendía poner fin al conflicto. Para garantizar el cumplimiento de lo pactado, la ONU diseñó la figura del Alto Representante, un rol que pasó a desempeñar el español Carlos Westendorp durante dos años, de 1997 a 1999, y en su equipo integró a un jovencísimo Sánchez como jefe de Gabinete. El reto era mayúsculo, el país apenas tenía estructuras estatales tras salir de la cruenta guerra de los Balcanes y cada paso se medía al milímetro en un clima de máxima susceptibilidad para evitar reabrir heridas aún por sanar. Hubo que crear una moneda común –el marco convertible–, así como una bandera –la que se mantiene en la actualidad– y una matrícula común para los vehículos que no tuviese signos distintivos de los musulmanes (la media luna), católicos (el ajedrez croata) y ortodoxos (el águila bicéfala que agrupa a los serbios). En Bosnia estuvieron dos años bregando con los representantes musulmanes, católicos y ortodoxos para lograr que el país se pusiera en marcha tras el conflicto. El propio Westendorp ha comentado en alguna entrevista que lo que le cautivó de Sánchez fue su «capacidad de trabajo» y su facilidad para hablar en desenvolverse en varios idiomas en las diversas entrevistas que tuvieron que mantener. Entonces, fue parte de la reconstrucción de Bosnia tras el horror de la guerra; ahora, retorna como presidente para impulsar y dar su apoyo al camino de adhesión hacia la Unión Europea. Desde 2012, no se realizaba una visita de alto nivel de España a Bosnia y Herzegovina, que presentó su solicitud de adhesión a la UE el 15 de febrero de 2016.
El jefe del Ejecutivo hizo una primera parada en Sarajevo, donde se reunió con los tres representantes de la presidencia colegiada de Bosnia y Herzegovina, Zeljko Komsic, Milorand Dodil y Sefik Dzaferovic. Con este último que actualmente ostenta la presidencia rotatoria compartió una declaración institucional en la sede de la Presidencia. Para llegar hasta allí, Sánchez tuvo que recorrer la Avenida de los Francotiradores, una calle principal flanqueada por edificios en los que aún hoy son visibles los impactos de proyectiles de la guerra.
En la declaración conjunta que compartieron Sánchez y Dzaferovic, el presidente de turno bosnio agradeció que su homólogo español defendiera con ahínco el estatus de su país como candidato a la UE en la última sesión del Consejo Europeo del pasado 23 de junio y calificó de «perfectas» las relaciones con España. En este sentido, aseguró que la buena relación política no va en consonancia con la económica y emplazó a mejorarla en el futuro. Por su parte, Sánchez recordó que Bosnia es un «país al que se siente personalmente unido» y recuperó el espirítu en su intervención en Bruselas, brindando un «apoyo total y rotundo» a la región y pidiéndole superar la confrontación política y la división para avanzar en las refromas democráticas pendientes. «He pedido reducir la tensión dilyuendo la retórica actual, evitar acciones divisorias, regresar a las instituciones, apostar por el diálogo para encontrar soluciones y poner las necesidades de la ciudadanía por delante», dijo Sánchez.
Posteriormente, se trasladó hasta la Biblioteca de Sarajevo, un enclave que es emblema de la capital y que fue destruido con bombas incendiarias, disparadas por la artillería de las milicias serbias, durante el cerco a la ciudad, a finales de agosto de 1992. El edificio de estilo morisco fue reconstruido con fondos de la Unión Europea, de hecho, España contribuyó en 2008 a la restauración de la fachada, que se reinauguró en 2014 coincidiendo con el centenario de la guerra mundial. A continuación, se trasladó hasta Mostar, donde participó en un acto de homenaje a los españoles caídos, un total de 23, con una ofrenda floral en la plaza de España. Se trata de un enclave muy céntrico, que denota la fuerta presencia de España en la zona. Los lazos históricos con nuestro país son innegables, como demuestra el despliegue desde el 92 de más de 46.000 soldados.
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