Opinión

Europa (y III): el encaje de España

Hubo tiempos mejores en los que España pintaba mucho más en la UE. Fue en la época de la adhesión, durante los Gobiernos de Felipe González y en la primera parte de Aznar, hasta que sucumbió a los cantos de sirena que llegaban desde Washington. Con Zapatero, y el sentimiento europeísta un poco de capa caída en la opinión pública, casi desaparecimos de la escena europea. La llegada de Rajoy supuso un intento de volver a la misma, pero condicionado por la crisis económica. En los últimos años, con la presencia de Arias Cañete como comisario encargado del clima y energía, se ha recuperado presencia. Y ahora llega el turno de Sánchez, al que obsesiona la política internacional en su conjunto y la europea en particular. El resultado en las elecciones generales españolas ha convertido al inquilino de La Moncloa en el líder de los socialdemócratas, que no estaban muy allá. Eso contribuirá a relanzar el papel de nuestro país en el escenario europeo. También el hecho de que tenga a un auténtico experto en esos asuntos como asesor de cabecera. Se trata de Carlos Westendorp, que fue secretario de Estado para la UE y ministro de Exteriores. Por cierto, cuando este último era representante para Bosnia Herzegovina, Pedro Sánchez fue una pieza clave en su equipo. Lo que suceda en el futuro dependerá también de los resultados de las elecciones europeas de este fin de semana, tanto en España como en la UE, pero todo apunta a que las cosas irán bien para Sánchez, ya veremos si para España también.