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Sánchez visita el emblemático edificio de la Biblioteca de Sarajevo, reconstruida con ayuda española

El edificio fue construido en el siglo XIX y durante el imperio austro-húngaro (1878-1918) en Bosnia era sede del ayuntamiento.

Pedro Sánchez habla durante la rueda de prensa tras su reunión con la presidencia de Bosnia, en Sarajevo
Pedro Sánchez habla durante la rueda de prensa tras su reunión con la presidencia de Bosnia, en SarajevoArmin DurgutAgencia AP

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, visitó este sábado el emblemático edificio de la Biblioteca de Sarajevo, arrasado en 1992 durante la guerra en Bosnia y que, reconstruido con ayuda española, fue reabierto en 2014 y alberga al ayuntamiento de la ciudad.

Tras reunirse con los miembros de la presidencia tripartita de Bosnia Herzegovina y realizar una declaración junto al presidente rotatorio, Sefik Dzaferovic, Sánchez se trasladó hasta la Biblioteca Nacional.

Allí fue recibido por la alcaldesa de la ciudad, Benjamina Karic, con quien recorrió el interior del edificio, que en la actualidad, además de la biblioteca, alberga un museo y la sede del ayuntamiento.

El edificio de la Biblioteca Nacional fue construido en el siglo XIX y durante el imperio austro-húngaro (1878-1918) en Bosnia era sede del ayuntamiento.

A unos 500 metros fueron asesinados en 1914 el príncipe heredero del trono austro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando, y su esposa, la princesa Sofía, acontecimiento que desencadenó el comienzo de la Primera Guerra Mundial.

Antes del último conflicto en Bosnia, en este edificio estaba la Biblioteca Nacional y Universitaria.

La mayoría de los manuscritos y libros de gran valor histórico (en total unos dos millones de ejemplares) fueron destruidos el 26 de agosto de 1992 por un incendio causado por el fuego de artillería del ejército serbobosnio, que tuvo a Sarajevo bajo asedio durante los tres años y medio de guerra.

España colaboró en la reconstrucción del edificio, que comenzó en 1996, con una inversión de un millón de euros destinados a la recuperación de su fachada.

El coste total de la reconstrucción superó los 12 millones de euros y su reapertura fue el 9 de mayo de 2014 (coincidiendo con la celebración del Día de Europa), 22 años después de ser arrasada.

Sarajevo se convirtió durante la guerra (1992-1995) en ejemplo de la violencia serbia y a la vez en muestra de la resistencia de una población que se negaba a sucumbir bajo las fuerzas serbobosnias de Radovan Karadzic.

La ciudad, que durante la época de la antigua Yugoslavia era el principal ejemplo de mestizaje entre las distintas etnias del país, sufrió uno de los mayores asedios de la historia moderna.

Considerada en el siglo pasado la "perla de la Turquía europea, después de Estambul", en ella han convivido tradicionalmente judíos cristianos ortodoxos, católicos y musulmanes.

En su casco antiguo se mezclan torres de iglesias católicas, cúpulas de iglesias ortodoxas, alminares de las mezquitas y dos sinagogas.

La guerra bosnia comenzó el 6 de abril de 1992, cuando Bosnia fue reconocida por Estados Unidos y la entonces Comunidad Europea como país independiente.

Los serbios de Bosnia se negaron a formar parte de esa nueva república y autoproclamaron al día siguiente la República Serbia de Bosnia Herzegovina, con Sarajevo como capital.

Las milicias serbias se hicieron con el control de la mayoría de los barrios colindantes, mientras el gobierno central, de mayoría musulmana controló el casco urbano, donde en el inicio de la guerra vivían unas 550.000 personas.

Sarajevo se convirtió desde el principio en pieza clave de la guerra, ya que su control era fundamental tanto para las tropas bosnias como para las milicias serbias.

Fue bombardeada por primera vez el 2 de mayo de 1992, cuando los tanques de la antigua Yugoslavia federal se apostaron en un puente sobre el río Miljacka.

Entre los ataques más sangrientos que sufrió está el del 5 de febrero de 1994 contra el mercado central de la ciudad y en el que murieron 69 civiles y otros 197 resultaron heridos.

Una acción que provocó la inmediata reacción de las tropas de la OTAN, que lanzaron un ultimátum a los serbios para que retiraran su artillería pesada de los alrededores de la capital.

Ante la persistencia de los ataques, aviones de la Alianza bombardearon en 1995 objetivos serbobosnios al este y sur de Sarajevo hasta obligar a las tropas de Karadzic a retirarse a un radio de 20 kilómetros alrededor de la ciudad.

En noviembre del mismo año, los tres principales líderes de las ex repúblicas yugoslavas, el serbio Slobodan Milosevic, el croata Franjo Tujdman y el bosnio-musulmán Alia Izetbegovic, firmaron el Tratado de Dayton.

Este acuerdo dividió Bosnia-Herzegovina en dos entidades autónomas, una serbia y una compartida entre croatas y musulmanes, y puso final al conflicto, que provocó más de 100.000 víctimas mortales.