Pedro Sánchez

El Gobierno ultima un pacto inminente para el CGPJ

Moncloa ve una «posibilidad real» de desbloqueo con el PP y apuesta por la discreción ante las diferencias: «Hay que preservar el acuerdo»

Silencio, se negocia. El Gobierno muestra la máxima cautela para que las negociaciones que el lunes retomaron «en serio» con el principal partido de la oposición lleguen a buen puerto. Fuentes del Ejecutivo aseguran que existen «posibilidades reales» de alcanzar un pacto «en los próximos días» para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). «Se está forjando», destacan, sobre la gran asignatura pendiente. Por ello, en Moncloa han impuesto la «discreción» como máxima en todos sus pronunciamientos públicos y privados y se desenvuelven en el más absoluto hermetismo para «preservar el acuerdo». «No vamos a hacer nada que lo ponga en peligro», señalan con un rigor supino.

Las señales que la parte gubernamental ha ido dando desde que terminara el lunes la reunión de más de tres horas entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo han sido más bien difusas. La rueda de prensa de valoración del encuentro, a cargo del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, fue todo menos clarificadora y esta es la estrategia en la que se han instalado en Moncloa. Las fuentes consultadas hacen equilibrios para decir sin hacerlo y basculan entre la indefinición y la ambigüedad para evitar hacer cualquier sentencia definitiva que abone la diferencia y aleje el pacto. O que, una vez rubricado, reste margen de maniobra.

No obstante, desde el Gobierno mantienen que se trabaja para la renovación del órgano de gobierno de los jueces y que se hace «sin condiciones». Esto es, avanzar en el cumplimiento de la Constitución sin parapetarse en las líneas rojas que el PP había establecido con anterioridad. De este modo, se traslada la sensación de que es Génova la que se está moviendo, pese a que los populares trasladen la versión contraria y estén instalando públicamente el relato de que es Sánchez el que cede. En Moncloa aseguran que se mantienen en sus «posiciones conocidas», pero evitan verbalizarlas y evidenciar así su negativa a reformar el sistema de elección de los vocales del CGPJ. «No vamos a poner el foco en las diferencias», dicen, allanando la senda del acuerdo.

En el Ejecutivo sentó muy mal el tuit que escribió Feijóo tras la reunión con Sánchez en el que aseguraba: «Hemos avanzado para abordar la renovación conjunta de CGPJ y TC con un nuevo marco que profundice en criterios de independencia. Creo que este paso se podía haber dado mucho antes, y confío en que también será posible una reforma legal como pide la UE y lleva pidiendo meses el PP». Un mensaje mucho más elocuente que el trasladado por los negociadores oficiales en sus ruedas de prensa. En esta línea siguió avanzando ayer el líder del PP, asegurando contar con el compromiso del presidente del Gobierno para modificar el sistema de elección de los vocales del CGPJ para dar participación directa a los jueces en la designación de sus pares.

No obstante, Feijóo utilizó una formulación lo suficientemente confusa como para dejarlo todo abierto. «¿Qué es lo que mejoramos ayer? –se preguntó en un foro de «El Mundo»–. Primero, que el Gobierno nos llame para hablar de la renovación, que acepte que esto no va de nombres, que va de requisitos, que nos pongamos de acuerdo en comprometer una reforma legislativa en la que los jueces y magistrados tengan peso en la elección de los jueces en el futuro», aseguró.

En Moncloa evitan desmentir al líder de la oposición – no quieren ser acusados de dinamitar los puentes– y prefieren guardar silencio, limitándose a «celebrar» y «subrayar» que después de cuatro años se «avance en un acuerdo» para poner fin a una «anomalía democrática». Las fuentes consultadas creen que el escenario se vio agravado tras el anuncio de dimisión de Carlos Lesmes y que esto obligó al presidente del Gobierno a tomar la iniciativa y adoptar una actitud más posibilista que la que hasta ese momento había adoptado Bolaños. En un cruce de mensajes con el presidente del CGPJ, los negociadores de Gobierno y PP trasladaron lo enconado de las posiciones, lo que habría desencadenado la decisión de su renuncia.

Desde el Ejecutivo tampoco quieren precisar qué materias están sobre la mesa de negociación. Aseguran que no han hablado de los nombres de los 20 nuevos vocales del órgano de gobierno de los jueces y evitan darse plazos para llegar a un pacto. Sin embargo, pese a reclamar tiempo para vestir el acuerdo, en un asunto tan delicado y que requerirá cierto contorsionismo, otras fuentes consultadas avanzan que se quiere cerrar de manera inminente para evitar seguir trasladando esta imagen de interinidad. «Necesitamos recuperar la senda de la normalidad constitucional en una institución tan trascendente como es el órgano de gobierno de los jueces».