Memoria Histórica
“No, señora, no. No estamos ilegalizados”
La Fundación Franco monta mesas informativas para explicar su “realidad” ante la amenaza de ilegalización por la Ley de Memoria Democrática
La Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) instaló este sábado una mesa informativa en los Jardines del Descubrimiento en Madrid con el fin de mostrarse cara al público y defender su permanencia, amenazada por la recién aprobada Ley de Memoria Democrática. Hasta el punto de que algún curioso se acercaba extrañado para interesarse, creyendo que la entidad ya había sido objeto de los planes de la norma que sustituye a la creada en 2007 durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
“No, señora, no. No estamos ilegalizados”, era la recurrente respuesta a “no pocas preguntas” de las “numerosas personas” que se acercaron al punto informativo, “al pie de esa imponente bandera nacional que preside esta emblemática plaza”, según Adolfo Coloma, coordinador general de Delegaciones de la FNFF.
Ya en otras ocasiones “hemos salido a la calle, abriéndonos de otra manera a la sociedad de la que formamos parte. Antes lo hemos hecho en otras provincias”, apunta Coloma, en referencia a Huesca y Alcañiz (Teruel). “En todas, los mismos patrones: ‘¿Pero no están ilegalizados?’ ‘Ah, yo no sabía’. Y de ahí hasta alguno que nos ha dicho ‘¿Y cómo podría yo contribuir al sostenimiento de su causa?’”.
Con ese objetivo, la Fundación Franco, “fiel a sus principios, a sus propósitos y fines”, decidió montar una mesa informativa, “tras requerir y obtener los consabidos permisos municipales, para explicar nuestros fines y nuestras actividades, en definitiva, nuestra realidad. Cuestión que hemos juzgado de importancia palmaria”, señalan desde la propia FNFF ante las dudas sobre su propia existencia.
Y es que la norma que está a punto de ser publicada en el BOE prevé la ilegalización de la Fundación Franco, cuyo presidente ejecutivo, Juan Chicharro, muestra su desacuerdo a este diario: «Son innumerables las declaraciones formales e informales de numerosas personas, asociaciones, fundaciones e instituciones que han clamado y claman contra esta aberración jurídica y atentado contra la libertad que es lo que supone esta Ley de Memoria Democrática. Una norma propia de regímenes totalitarios; pero es lo que hay hoy en España. No hay de qué extrañarse».
Y aunque “muchos” dan “ya por amortizados” y “anclados en el pasado” a los miembros y la pervivencia de la propia Fundación, estos se defienden con el aserto de que “los hombres pasan, sus obras quedan”. Y, aseguran, “sin ningún sesgo ideológico, con absoluto respeto al pasado, a nuestra historia y a todos los españoles, sin distinción”.
Siempre en palabras del coordinador general de la FNFF, en un escenario como el actual, por la guerra en Ucrania, de “privaciones y de escasez de energía y de agua”, “nos acordamos de los potentes planes de desarrollo puestos en marcha hace 70 años. Los silos, los pantanos con sus centrales eléctricas, la industrialización que propició ese tesoro llamado “clase media” con bajísimas cifras de paro, con una España con muy bajo índice de criminalidad, con una red hospitalaria, protección a las familias y a los trabajadores y un largo etcétera… ¿Qué pasa? ¿Es que nos da vergüenza reconocerlo? ¿Es que no es una realidad? Pero nos cuesta, ya no agradecer, sino simplemente reconocer o pronunciar el nombre del artífice de todo ello: Francisco Franco”.
Es precisamente el “propósito” de la FNFF con sus puntos de información, “divulgarlo, darlo a conocer, no permitir que nos lo roben. Abrir nuestros archivos sin miedo, para propiciar la investigación histórica con rigor a las fuentes. Ese y no otro es nuestro objetivo”.
Y con intención de no dejar lugar a la duda de que se trata de hacerlo “sin menosprecio ni humillación de las víctimas de ningún bando ni de ninguna ideología. Los muertos, muertos están. Queremos mirar al futuro sin rencor, con talante reconciliador, pero sin permitir que “por imperativo legal” se nos imponga una verdad única, emanada del pretendido “ministerio de la verdad”.
Estas fuentes aseguran que “no conseguirán arredrarnos ni con amenazas ni con leyes, porque nunca hemos estado al margen de la ley. Se estrechan sus cauces, es bien cierto. Tanto como se limita la libertad, hasta de expresión, de toda nuestra sociedad. Son tiempos recios los que se avecinan y aguas turbulentas las que navegamos. Pero parangonando al genial e inolvidable Francisco de Quevedo: “No he de callar por más que silencio avises o amenaces miedo”.
La portavoz del grupo municipal Más Madrid en la capital, Rita Maestre, criticó en Twitter la presencia del punto instalado en Madrid por la FNFF. “En el Madrid de Almeida se prohíben carreras populares y se legalizan chiringuitos franquistas”, escribió en su perfil.
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