España

Díaz y Podemos se conceden una tregua, a la espera de la negociación

En Sumar aseguran que quieren contar con los morados y perciben que los morados han rebajado el “ruido” en las últimas semanas. Los de Belarra cambian de estrategia hasta que la vicepresidenta no oficialice su candidatura

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; la de ministra de Igualdad, Irene Montero, y la de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; la de ministra de Igualdad, Irene Montero, y la de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione BelarraFERNANDO ALVARADOAgencia EFE

Algo ha cambiado, al menos de puertas para fuera entre Podemos y Yolanda Díaz. En los últimos días se han producido gestos aque hasta ahora parecían imposibles debido a la casi nula relación entre la líder de Sumar con la dirección estatal del partido, más allá de la relación gubernamental que mantienen como parte del espacio de Unidas Podemos en el Gobierno.

Ha sido la vicepresidenta del Gobierno quien se ha acercado a los morados. Primero con mensajes desde sus actos de escucha llamando a “sumar” a todas las sensibilidades poniendo por encima lo común a las discrepancias políticas. En casi todas sus intervenciones hace alusión a la necesidad de la unión de la izquierda para “ganar el país”. La pasada semana incluso felicitó a Podemos en su noveno aniversario desde su nacimiento, mostrándose convencida de que “nos queda mucho por hacer durante la próxima década” y reconociendo que “Podemos y su militancia abrieron la posibilidad de cambio”. Esta misma semana, la líder de Sumar y la ministra de Igualdad, Irene Montero, -que precisamente no mantienen una relación fluida- se dejaban fotografiar juntas en el Congreso de los Diputados. Y este sábado Díaz y Montero acuden al acto de homenaje y retorno de los restos de Picornell y les Roges del Molinar, en La Palma. Al acto en el auditorio, ambas ministras se han dejado ver juntas. En otras ocasiones, actos de gobierno, cada una acudía por separado.

Desde la campaña andaluza en junio no había fotografías de las líderes de Podemos con la vicepresidenta, a la par que esta falta de sintonía quedaba patente cada día en declaraciones a medios de comunicación, por parte de Podemos, sobre todo, pero también de la vicepresidenta, que rehusaba contestar a los mensajes de la formación política. Los morados han presionado hasta ahora a la vicepresidenta con el objeto de que acelere su candidatura y que comience a negociar con los morados de inmediato una coalición electoral. Podemos no quiere integrarse en Sumar, sino pactar una coalición con Sumar y los partidos que se integren en la plataforma. En el partido morado hay nerviosismo por no conocer los planes de la vicepresidenta, ni tampoco el lugar que tiene reservado para los partidos. Desde la dirección estatal se defiende que deben ser la “nave nodriza” de Sumar y, de hecho, ponen líneas rojas al pacto. Además de una coalición, pactar las listas electorales, donde Podemos quiere reservar la primera línea para, entre otras, la ministra de Igualdad, Irene Montero.

Así, hasta ahora, los morados han ahondado en mensajes directos a la vicepresidenta y han pasado de asegurar que es la “mejor candidata” a pedirla que ella misma aclare si va a ser líder de Unidas Podemos de cara a las próximas elecciones generales. De hecho, hasta el propio exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, le pidió que “respetara” a su formación política.

Sobre la relación con los partidos políticos, fuentes de la plataforma Sumar aseguran que ya “suman” con hasta 15 partidos políticos, entre los que incluyen a Podemos, a pesar de que todavía no hay negociaciones formales con la dirección de los de Ione Belarra. En el entorno de Sumar se analiza cada paso dado por las formaciones políticas y se cree que en las “últimas semanas” los morados han “bajado el tono” hacia la vicepresidenta. Es decir, las condiciones de máximas y órdagos que la formación arrojaba en los medios de comunicación a diario. Una especie de tregua que, sin embargo, según explican fuentes de Podemos, no se debe a que se hayan mantenido negociaciones entre las direcciones de Sumar y de Podemos.

Hasta ahora, según ha podido saber este diario, no hay nuevos imputs que hagan pensar que las tensiones entre ambas partes se hayan resuelto, más allá de guiños con fotografías. Así, los morados aseguran que su posición sigue siendo la misma. Pero, con el objetivo de que no se esté hablando contantemente de la vida interna y de la lucha de poder entre Podemos con Sumar, en el cuartel morado han decidido dejar de presionar en público a a la vicepresidenta, a modo de estrategia. La dirección ha analizado ya que en los medios de comunicación se habla más de la organizción que de su acción gubernamental y es algo que buscan solucionar. Así, la premisa es esperar hasta que Díaz de la señal.

Ante la posibilidad de que Sumar no reserve un lugar predominante para los de Ione Belarra, en Podemos ya promueven la vía alternativa, la candidatura de Irene Montero. En la formación creen que la ministra de Igualdad se encuentra reforzada en estos momentos y que cuenta con el apoyo de la militancia, a pesar de la polémica por la ley del “solo sí es sí” a causa de las rebajas de penas y excarcelaciones a agresores sexuales.

Aun con todo, Sumar sigue su hoja de ruta y evita hacer caso de las presiones que llegan desde Podemos, pero también desde el PSOE, para que negocie ya con los partidos políticos para mantener la unidad. A día de hoy, las encuestas reflejan -también las internas de los partidos- que solo una candidatura única a la izquierda del PSOE sería factible para revalidar un gobierno de coalición de izquierdas frente a un bloque de la derecha en alza. Ante esto, la vicepresidenta se toma su tiempo y todavía queda alguna semana para que oficialice su candidatura a las elecciones generales.