Fichar a Villacís

«Lo mejor de Ciudadanos ya lo incorporó Ayuso»

Recelos en el PP por los fichajes de referentes naranjas «ya amortizados»: «No ofrecen nada diferente»

Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid, ha dado un primer paso en público para redirigir su carrera política ante el naufragio de Ciudadanos (CS) y ponerse en valor en el mercado para un posible salto al PP. Pero es un paso que puede no estar bien medido porque en el PP de Madrid no la quieren en sus listas para las próximas elecciones municipales de mayo. Las candidaturas se hacen por acuerdo, entre comunidad y ayuntamiento, pero la última palabra la tiene la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. La convicción de que, hoy, los líderes de Ciudadanos (CS) ya no tienen apenas valor dentro de la organización popular, y que es inútil invertir en esos supuestos fichajes galácticos de caras «que fueron, y ya no son referentes políticos», no está solo en el PP de Madrid.

Internamente, y aunque el discurso oficial sea ese mensaje de que están abiertas las puertas al exiguo liderazgo que mantiene la formación naranja, los barones y dirigentes territoriales creen que hay medir bien esa operación, y valorarla siempre a partir de la idea de que CS «está amortizada porque no ofrece nada diferente a lo que representa el PP». En la dirección sí miden más ese medio millón de votos que pueden irse, residualmente, a CS, con el coste en escaños de papeletas perdidas en cuanto a representación parlamentaria. Pero también tienen claro que el modelo a nivel nacional tiene que ser el mismo que ha seguido el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno: que se incorpore, pero sin aspavientos, el talento que pueda quedar en CS, pero de manera individual, y sin maniobras para diferenciarse dentro del PP, por ejemplo, como corrientes internas, algo que ha sugerido Villacís respecto a lo que ella puede representar en el Partido Popular.

Ni corrientes internas ni siglas que no sean las del PP. Y a esta posición de Génova hay que unir otra clave determinante de por dónde puede ir el futuro de la vicealcaldesa madrileña. En el PP de Madrid dicen que, con ellos, «no tiene ninguna posibilidad», aunque se haya publicado que Almeida está intentando convencerla para que se sume a su candidatura.

La realidad es que la relación entre el alcalde y su número dos, por el acuerdo de coalición, ha sido formalmente buena, pero «un infierno en la trastienda». «Un dolor de cabeza permanente» por su afán de protagonismo y su carácter, comentan en el equipo del regidor de la capital.

Y a esto se suma la posición clara de la dirección regional. «No se puede pedir la entrada en un partido a través de tik tok» Villacís ha sembrado lo que ahora recoge, porque en las filas populares no se olvida que la dirigente naranja, «con Aguado y Garrido, quiso echar de la política a la presidenta».Y no deja ninguna duda esta otra advertencia: lo mejor de Cs de Madrid ya lo incorporó Ayuso en su gobierno. Hacen referencia a Marta Rivera, consejera de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno regional; Daniel Martínez, viceconsejero de Cultura; o Patricia Reyes, al frente de la dirección general de Igualdad.

La tensión electoral se deja también ya notar en la agenda de partido. En el caso del PP, el próximo fin de semana tendrá lugar el principal acto de la precampaña para las autonómicas y municipales de mayo. Es en Valencia donde Génova pretende librar la batalla de todas las batallas de estas elecciones. Para arrancar, se lleva allí a todos los candidatos municipales, en lo que quieren que sea una exhibición de músculo territorial que «caliente» la escena para lo que está por venir. Los primeros espadas, incluido el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, multiplicarán sus apariciones por tierras valencianas, más que en Madrid o en otros feudos también muy simbólicos en el reparto del poder territorial. Sus cálculos les dicen que las elecciones generales se decidirán en esa comunidad autónoma.

El PP da por descontado que mantendrá las autonomías en las que gobierna y hay elecciones en mayo, y la relevancia en población y escaños de la Comunidad Valenciana la convierten en la presa de caza mayor que se disputará en estos comicios.

El PSOE se fija más en Cataluña, donde ERC reconoce la fuerza de Salvador Illa y la fuerza del PSC en Barcelona, «aunque se presenten con un mal candidato», por Jaume Colboni. Esto último es lo que les hace creer que, a pesar de la fortaleza de Illa, «aún hay partido».

En mayo se marcará el estado de ánimo con el que cada formación acudirá a la competición por La Moncloa. Las encuestas que manejan socialistas y populares respecto a Valencia confirman que el resultado está abierto, y son casi más positivas para el PP en el Ayuntamiento que en la comunidad autónoma. La derrota socialista y del pacto del Botánico permitiría, a su vez, al partido de Feijóo volver a levantar en esa comunidad autónoma la bandera de la regeneración democrática, después de la etapa de casos de corrupción que, bajo otro liderazgo regional, desgastaron a las siglas hasta dejarlas fuera del poder tras décadas de mayorías absolutas en la Generalitat y en la Alcaldía.

En la operación de desgaste del presidente autonómico, Ximo Puig, los populares están usando el caso Azud y el malestar por los acuerdos de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes. Las encuesta publicadas señalan que el PP podría conseguir su objetivo si pacta con Vox.