48 horas de asedio de los CDR

Buscan boicotear la visita del Gobierno y amenazan con «paralizar» todo el territorio.

Cataluña y, en especial, la ciudad de Barcelona vivirán a partir de hoy las 24 horas más estresantes desde otoño del año pasado. Los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), repartidos por todo el territorio, han organizado una oleada de manifestaciones ininterrumpidas junto al apoyo de organizaciones como Arran –las juventudes de la CUP– y otras entidades independentistas. Su objetivo: boicotear la presencia del Gobierno en la capital catalana, bloquear las principales infraestructuras catalanas y «tumbar el régimen del 78», según sus propias palabras. «Seremos ingobernables», advierten.

Las protestas se han avanzado un día con motivo de la «minicumbre» de hoy. Bajo el lema «Ni pactos ni renuncias: nada que negociar», la organización anticapitalista Arran ha llamado a concentrarse a las 17:30 horas ante el palacio de Pedralbes, ubicado en el extremo oeste de la avenida Diagonal, para boicotear la reunión programada para las 18 horas.

Esta manifestación se extenderá y confluirá con otra protesta convocada a las 20 horas por los CDR, Arran y la CUP en la plaza Pius XII donde se ubica el Hotel Sofia, escenario de la cena de Fomento del Trabajo a la que asistirán Pedro Sánchez y varios miembros del Ejecutivo así como algunos consejeros del Govern. Ambos espacios están separados por apenas 600 metros y sólo hay que cruzar la avenida Diagonal para llegar al hotel.

Estas dos protestas serán sólo la antesala del convulso 21-D que se avecina, con varias movilizaciones ya convocadas y otra multitud de acciones «sorpresa» que los CDR amenazan con llevar a cabo en las principales infraestructuras para «paralizar» Cataluña con cortes en autopistas, la fronteras de la Jonquera, Vinarós o Aragón, los puertos de Tarragona y Barcelona e incluso El Prat.

El foco de atención en Barcelona será La Llotja de Mar, un edificio ubicado en pleno barrio Gótico, a escasos metros del palacio de la Generalitat y del Parlament. Allí tiene previsto reunirse el Consejo de Ministros a las 10 y allí habrá manifestaciones de los CDR desde primera hora de la mañana.

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha convocado una «marcha lenta» de vehículos para colapsar los accesos a Barcelona, mientras que Òmnium Cultural organizará un «consejo de ministros popular» en la avenida de enfrente de La Llotja y su pertinente concentración. La tarde de mañana también se prevé movida con la gran marcha unitaria del independentismo, que pretende cruzar y cortar el centro de la capital catalana.

Para blindar el recinto de La Llotja de Mar y toda Cataluña, los Mossos actuarán de forma coordinada con la Policía Nacional y la Guardia Civil, y los efectivos de la policía catalana darán prioridad a los incidentes más importantes. Unos 750 policías antidisturbios pertenecientes a 15 grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y otros 200 guardias civiles del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) han comenzado a desplazarse para participar junto a los Mossos –están convocados todos los agentes disponibles– en el dispositivo en La Llotja de Mar. Los mandos de los tres cuerpos dirigirán el dispositivo de seguridad desde una misma sala de la Consejería de Interior de la Generalitat. En total se desplegarán hasta 9.000 agentes.

A todas las protestas programadas hay que sumarle los avisos que circulan a través de las redes sociales y los grupos de Telegram de CDR y Grupos Autónomos de Acciones Rápidas (GAAR). Incluso hay mensajes de otros colectivos independentistas que amenazan con «asaltar» las principales instituciones catalanas –el Parlament y la Generalitat– a partir del 21-D.