La Armada vigila de cerca a dos buques de guerra rusos

Un buque de la Armada, el patrullero de altura "Centinela", ha realizado hoy el seguimiento y vigilancia de dos buques de guerra rusos que navegan por el Mediterráneo occidental, cerca de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) española. En concreto, se trata de la la fragata "Admiral Kasatonov" y del buque cisterna "Akademik Pashin". Una actividad que se enmarca dentro de las Operaciones Permanentes de las Fuerzas Armadas y que no es extraña, pues ya hace un mes y medio otros dos buques españoles y un avión de vigilancia controlaron el paso de otro barco de guerra ruso por el noroeste peninsular.

Así lo ha confirmado hoy el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) en un comunicado, en el que explica que el "Centinela" (P-72), se encuentra destacado en esas Operaciones Permanentes de Vigilancia y Disuasión, integrado en el Mando Operativo Marítimo (MOM), bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS). Durante su travesía ha sido informado de la presencia de ambos buques rusos, por lo que se ha acercado hasta ellos y, una vez interceptados (a la altura de Beleares), ha comenzado el seguimiento y monitorización de los mismos, escoltándolos para evitar que entrase en aguas españolas.

De esta forma, el buque español será la "sombra" de ambos hasta que lleguen al sur de Portugal, donde será relevada por la Marina portuguesa en su travesía, previsiblemente al norte, por lo que todo apunta que la Armada española volvería a vigilarlos de cerca si continúan después por el Cantábrico hacia el Canal de la Mancha. De hecho, en enero, cuando se monitorizó otro buque ruso, este venía del norte y previamente había sido controlado por otros países. Francia dio el relevo a España en el Cantábrico y posteriormente, lo recogió Portugal.

Vigilancia permanente

El patrullero "Centinela" se encuentra actualmente integrado en las citadas Operaciones Permanentes de las Fuerzas Armadas y su misión es la de llevar a cabo tareas de vigilancia y seguridad marítima en aguas del sur peninsular, con el objetivo de mantener presencia y garantizar los intereses nacionales en aguas de soberanía española.

Y lo hace en el Mando Operativo Marítimo, (uno de los cuatro que existen junto al Aeroespacial, Terrestre y Ciberespacial). Se trata, explica el EMAD, de la "organización de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas, subordinado al Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), responsable del planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones de vigilancia y seguridad de los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional". Se encuentra bajo el mando del Almirante de Acción Marítima (ALMART) y tiene sede en Cartagena (Murcia).

Estas Operaciones Permanentes "son una herramienta eficaz para mantener una vigilancia de los espacios de soberanía, lo que permite detectar anticipadamente amenazas y facilitar una respuesta inmediata y viable ante una potencial crisis", añade el comunicado. Y recuerda que "diariamente, hay unos 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas involucrados en las operaciones permanentes, bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS)."

En cuanto al "Centinela", con una dotación de 40 personas, se encuadra en el Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima de Ferrol, dependiente de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada, que dentro de la Flota está formada por el "conjunto de unidades que tienen por cometido principal prepararse para proteger los intereses marítimos nacionales y el control de los espacios marítimos de soberanía e interés nacional, encargándose, con un enfoque integral, de asegurar la cooperación permanente con los diversos organismos de la Administración con competencias en el ámbito marítimo, lo que constituye la contribución de la Armada a la Acción del Estado en la Mar", explica el EMAD.

Su principal misión, añade, es "la realización de operaciones de vigilancia y seguridad marítima" en dichos espacios soberanos, además de dar apoyo a otros organismos del Estado en la lucha contra la inmigración ilegal, narcotráfico y otras actividades delictivas. El buque está preparado para efectuar operaciones de interdicción marítima (visita, registro y, en su caso, apresamiento de buques) y prestar auxilio, rescate y asistencia en la mar en el caso de que se le requiera.

Al mando del patrullero está el capitán de corbeta Alejandro Álvarez Brasa.