Tras la entrega de Pamplona
Así gobernó Joseba Asirón en 2015: condenas a la corporación y ataque a los símbolos
"Redecoró" el Ayuntamiento porque lo veía lleno de "mugre"
Desde que los socialistas pactaran con el partido que lidera Arnaldo Otegi la entrega de Pamplona mediante una moción de censura que desbancó a Cristina Ibarrola (UPN) de la alcaldía, son muchos los navarros que se han sentido "traicionados" por unas siglas, las del PSN, que han "mutado" en sus alianzas a lo largo de los últimos años.
Joseba Asirón, considerado como el "hombre de paja" del partido de Otegi en Pamplona ostentó el bastón de mando de la ciudad en 2015 tras contar con los votos de Geroa Bai, la candidatura Aranzadi (que apoyó Podemos), e I-E; a pesar de que fue UPN quien ganó en el consistorio doblando en representantes a EH Bildu. En su discurso, repitió las mismas palabras que hizo el pasado 28 de diciembre y aseguró que basaría su mandato "por crear un marco real de convivencia", que él asume "en primera persona".
Y es que Asirón, desde que comenzó gobernando la corporación municipal activó su particular persecución a los símbolos.
Uno de ellos fue su empeño en dar protagonismo a la ikurriña en las fiestas de Sanfermines. La bandera del País Vasco lució en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona durante el lanzamiento del chupinazo en 2015, y fue izada junto a las banderas oficiales que habitualmente están en la fachada: la bandera de Pamplona, la de Navarra, la de España y la de Europa. Asirón había anunciado entonces que la ikurriña estaría presente "de un modo u otro, respetando la legalidad vigente, me guste o no". Y es que la ley foral de Símbolos de Navarra sólo permitía en el caso de Pamplona la colocación de cuatro banderas entre las que no está la ikurriña. ¿La justificación del alcalde abertzale? Que así las banderas que estaban colgando de los mástiles del Ayuntamiento representaban a un sector mucho más amplio de la sociedad" ya que la considera como "un símbolo de cambio".
La Delegación del Gobierno en un comunicado, indicó que el hecho de colocar la ikurriña durante el chupinazo de las fiestas de San Fermín 2015 en el balcón del Ayuntamiento de la capital navarra suponía "un acto contrario a la legalidad vigente". Este hecho también fue denunciado por UPN y el consistorio navarro fue condenado por "fraude de ley". Pero no lo hizo solo una vez, reiteró la acción en 2017 por lo que volvió a ser condenado el consistorio pamplonés a abonar 8.000 euros. El juez concluyó que suprimir la Ley de Símbolos no provoca que quede "ni amparada ni regulada" la exhibición de la bandera de otras comunidad autónoma distinta a la Navarra. Además, el consistorio tuvo que pagar las costas y, por este motivo, en 2018 tuvo que dejar el mástil vacío.
Rechazo a las pinturas de Reyes
Cuando se hizo con la vara de mando, el nuevo alcalde de Pamplona también borró los cuadros de los Reyes. Asirón admitió entonces que había ordenado retirar cuadros que se exhibían en el edificio de la casa Consistorial por tratarse de reyes de España. "No asumo su valor simbólico. Fueron reyes que humillaron a la ciudad y se arrogaron la legitimidad de Navarra", dijo en referencia a algunos de los personajes históricos, como Fernando el Católico, que colgaban de las paredes del Ayuntamiento desde hace décadas.
Bildu y Asirón se mantienen en su idea de reescribir la historia y comenzaron por desmontar la decoración que durante años se exhibía en el interior del Ayuntamiento. Entonces, UPN y PSN pidieron explicaciones por la retirada de 10 cuadros de los reyes de Navarra después de 1512 y de un escudo de los borbones con las armas de Navarra que presidía un lugar destacado del zaguán del Ayuntamiento que data del año 1735. Asirón, con su espíritu de redecorarlo todo, justificó la decisión indicando que el autor de los cuadros era un "pintor mediocre" aunque, finalmente aseguró que lo rechazaba por su valor simbólico y porque algunos se colocaron en 1952, durante el "franquismo". También defendió su labor decorativa porque para él el Ayuntamiento estaba lleno de"mugre y agujeros en el suelo".
Fue polémico otro de los hitos que protagonizó durante su mandato. En la sala municipal Conde de Rodezno de Pamplona, Asirón permitió una muestra compuesta por dos fotografías donde se podía leer la palabra pederastia formada con hostias consagradas y un cuenco con varias de las 242 formas consagradas que el "artista" decía haber recogido en diferentes misas de iglesias de Pamplona y Madrid.La exposición generó una campaña de protestas con una petición para que se retirara, pero el Ayuntamiento se negó, en nombre de la "libertad de expresión".
Corporación por la "convivencia"
El nuevo alcalde de Pamplona trata de "blanquear" su corporación municipal bajo la promesa de que su mandato esté basado en "la convivencia", la "memoria" y el reconocimiento y reparación de todas las víctimas. Y es que, la formación que lidera en Pamplona y que tomó el consistorio el día de los Santos Inocentes no invita a ello.
En 2015, la delegada del Gobierno en Navarra denunció que el Ayuntamiento de Pamplona, gobernado por Aisrón, por haber retirado a la Policía Nacional la concesión para abrir en una sala de exposiciones municipal una muestra sobre agentes víctimas del terrorismo. Asimismo, aseguró que su idea era ir a los actos de homenaje a las víctimas del terrorismo porque "nuestra obligación en este nuevo escenario es estar con toda la gente que ha sufrido en Euskal Herria en los tiempos de los enfrentamientos".
Entre los miembros de la corporación municipal permanece, incluso, al menos un miembro de Batasuna que, ni siquiera condenó el asesinato de Tomás Caballero (UPN) con quien compartía escaño en 1998 y es que EH Bildu sigue sin condenar el terrorismo de ETA. Es el concejal de Urbanismo, Vivienda, Gobierno Estratégico y Agenda 2030, Joxe Martín Abaurrea, quien tiene en su haber una condena en 2021 por agredir a tres agentes de la Policía Municipal y a una compañera de consistorio: la concejal del PP, Carmen Alba.
Endika Alonso, que asumirá la concejalía de Seguridad y Convivencia Ciudadana, fue condenado por un delito de intromisión al honor contra otra compañera de corporación, María García (UPN) a quien comparó en un vídeo difundido a través de las redes sociales con Hitler -por pedir que no se contrataran a los payasos proetarras-.
Egoi Irisarri fue quien había solicitado hacía justo un mes los permisos para manifestarse en la plaza Consistorial lo que muchos consideran que ya preparaban la toma de Pamplona. También fue quien pidió los permisos en 2020 para llevar a cabo una performance de la izquierda abertzale en la que, dos grandes esculturas del Rey Felipe VI y Cristóbal Colón fueron decapitadas de forma simbólica coincidiendo con el día de la Hispanidad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar