Política

Corrupción en CDC

Convergència se envuelve en la senyera y denuncia una «guerra sucia» ante el 27-S

La Generalitat asegura que la operación policial es «un acto de campaña» y se escandaliza porque los poderes del Estado filtraron el registro a los medios

Agentes de la Guardia Civil están registrando la sede de la fundación de Convergència, Catdem.
Agentes de la Guardia Civil están registrando la sede de la fundación de Convergència, Catdem.larazon

Los dirigentes de Convergència apenas tardaron tres horas en reaccionar ayer después de que la Guardia Civil comenzara a registrar a primera hora de la mañana la sede de su fundación, la CatDem. La velocidad de Convergència se explica porque el partido nacionalista ofreció una de las respuestas más recurrentes de su manual político. «La espectacularidad del registro en la fundación Catdem evidencia que no se busca justicia, sino un espectáculo mediático para influir en las elecciones del 27 de septiembre», aseguró el coordinador general de Convergència, Josep Rull. Los convergentes quitaron de esta manera todo rigor a la investigación judicial dirigida in situ por los fiscales anticorrupción José Grinda y Fernando Bermejo. «Alguien ha querido entrar en campaña antes de tiempo. Sabemos cómo actúa la Fiscalía y por órdenes de quién», añadió el número dos de CDC.

Más contundente fue incluso el conseller de la Presidencia, Francesc Homs, que escenificó la indignación del Govern en una airada intervención . «Es un acto de campaña electoral con voluntad de hacer daño. No tiene nada que ver con la voluntad de hacer justicia. Es para hacer daño y montar un espectáculo televisivo. No son las formas de un Estado democrático y de derecho», deploró Homs, que no se ahorró ni gesticulaciones ni desafíos. «Quiero saber quién ha llamado a los medios, quién avisa el día antes a las televisiones. Que se quite la careta», retó el conseller.

Los convergentes, nuevamente en el ojo del huracán, subrayaron que tienen un compromiso total con la transparencia aunque no ofrecieron detalle alguno sobre las aportaciones que la empresa Teyco –epicentro de la «operación Petrum II»– ha realizado al partido nacionalista. La tesis de los nacionalistas es que los poderes del Estado han reanudado la guerra sucia contra Convergència, siguiendo la misma práctica empleada en la campaña electoral de las autonómicas de 2012. «Ensuciaron tanto como pudieron. Dijeron que Mas tenía cuentas en Suiza. Luego se demostró que era falso pero el daño ya se había hecho», censuró Homs.

El victimismo de Convergència contrastó con la postura del cabeza de lista de Juntos por el Sí –la candidatura respaldada por CDC y ERC–, Raül Romeva. «Es necesario que haya transparencia, claridad, ver qué responsabilidades hay y, si las hay, asumirlas», dijo. Romeva trató de hacer de la necesidad virtud y subrayó que una de las prioridades de la Cataluña independiente será atajar la corrupción de raíz. «El debate en relación a la corrupción no puede tener matices ni resquicios en función de quién está afectado. Se tiene que ser impecable en la lucha contra la corrupción en todos los ámbitos institucionales, indiferentemente del color de la formación que esté afectada. Es una cosa demasiado grave como para dejarla pasar estrictamente como una fotografía circunstancial», añadió.

Los partidos de la oposición exigieron al presidente de la Generalitat y líder de Convergència, Artur Mas, que dé explicaciones. El candidato del PP a la Generalitat, Xavier García Albiol, reclamó a Mas que sustituya la comparecencia que tiene prevista en el Parlament este miércoles para dar cuenta de los motivos de las elecciones por otra sobre el registro judicial de la fundación vinculada a CDC. En el mismo sentido se expresó el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que también pidió aclaraciones tras la operación policial. La candidata de Ciutadans, Inés Arrimadas, se unió a estas demandas e invitó a los otros partidos de la oposición a hacer piña.