Ciudadanos propone acabar con los contratos temporales

La formación liderada por Albert Rivera presenta sus propuestas económicas, entre las que destacan la existencia de un contrato único indefinido, un plan de choque contra el paro de larga duración y una ley de segunda oportunidad.

Ciudadanos ha presentado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid su programa económico en tono regeneracionista. «El cambio sensato», como han llamado los asesores económicos del partido que lidera Albert Rivera al documento, apuesta por acabar con el «capitalismo de amiguetes y la corrupción» y crear un programa «realista» y no «una carta a los Reyes Magos».

Los asesores económicos de Ciudadanos Luis Garicano y Manuel Conthe han abogado hoy por un cambio "sensato"que regenere la economía, que acabe con el "capitalismo de amiguetes y la corrupción"pero, sobre todo, que se base en programas económicos realistas "y no en cartas a los Reyes Magos".

Así lo han expresado estos dos economistas en la presentación del programa económico con el que Ciudadanos concurre a las elecciones y que se muestra como un documento "vivo"que no pretende ser un punto final sino un punto de partida que evolucione con las aportaciones de los ciudadanos en las redes sociales, en las empresas, en las escuelas, en la administración y en los hogares.

Ciudadanos apuesta por la lucha contra la pobreza, la desigualdad y la exclusión. Para ello, apuestan por un nuevo marco de relaciones laborales que elimine la temporalidad, un complemento salarial anual garantizado para asegurar que todos reciben un salario digno, un plan de choque contra el paro de larga duración, una ley de segunda oportunidad para los más endeudados y una política activa contra el desempleo. El programa de Ciudadanos también prevé establecer una bonificación en las cotizaciones de la seguridad social de las empresas que despidan menos para dotar de mayor estabilidad las relaciones laborales. Propone un nuevo marco jurídico que autorice a los deudores hipotecarios a liberarse por completo de sus antiguas deudas, con carácter retroactivo y sin distinción, y que obligue a los bancos a aceptar la «dación en pago» de los inmuebles hipotecados.