Debate interno
Los críticos desafían a Sánchez con una «estructura»
Excargos del partido se movilizan, aunque les auguran «nulo recorrido»
El PSOE se asoma al pasado. Un grupo de ex cargos del partido, que se reunió el miércoles en un restaurante de Madrid para abordar un futuro sin Pedro Sánchez, está decidido a impulsar una «estructura» para canalizar el descontento que les provoca el secretario general y presidente del Gobierno.
Algunos, como el exministroJordi Sevilla y la exdiputada Soraya Rodríguez, piden «reconstruir el partido» y creen que la etapa de gobierno de Sánchez, así como su tiempo al frente del PSOE «está en fase terminal» tras el goteo incesante de casos y escándalos de corrupción. Ese es el motivo por el que hay quienes están decididos a agruparse.
El plan es intentar tener algo de influencia en el congreso federal que resuelva, en el futuro, el nuevo liderazgo socialista. Si bien es cierto que, incluso algunos de los que secundan esta disidencia, le pronostican poco éxito.
«Esa estructura tiene nulo recorrido. Además, es un popurrí muy variado con gente que no es siquiera del PSOE. Y otros que se fueron a otro partido para tener un cargo y no sé sabe si lo que quieren de verdad es volver... En fin: nulo recorrido», explica a este diario una fuente con asiento en el comité federal y con gran ascendencia dentro del PSOE desde los tiempos de González.
Uno de los presentes en esa cita en el restaurante El Luarques también cree que la estructura nacerá muerta, porque ninguno de los que la conforman conoce ya al partido y las dinámicas de poder interno dentro de la formación.
En cualquier caso, lo cierto es que el momento en el que este medio centenar de personas ha decidido propinar el golpe a Sánchez no puede ser más revelador.
El presidente del Gobierno afronta un otoño complicado por el avance de los frentes judiciales que le asedian: el de su mujer. Begoña Gómez, el de su hermano David y el del fiscal general. Es más, ha sido él mismo quien ha activado el modo electoral.
El líder socialista ha decidido romper meses de encierro en Moncloa y en La Mareta –en vacaciones– para volver a mostrarse ante los españoles.
El objetivo, dicen en Moncloa, es demostrar que está al frente de un gabinete con fuerza y energía para seguir adelante.
Sánchez ya ha respondido al debate sobre su sucesión: con su intención de volver a ser candidato en las próximas elecciones generales, sean cuando sean.
En verdad, dentro de este grupo de críticos al líder socialista, existe el temor a que Sánchez tenga la tentación de permanecer a los mandos del partido incluso si su candidatura firma una derrota que le saque del Gobierno.
En plata: que el presidente quiera ser la oposición a un gobierno de PP y Vox, de la misma forma que ahora se erige en oposición a Donald Trump y a la derecha internacional. Aunque, en verdad, dentro del PSOE, ya se tienen planes sucesorios en mente.
Eso sí, será el líder, que controla el partido con mano de hierro, el que decida cómo y cuándo dará un paso al lado.
El equipo más cercano a Sánchez desdeña cualquier intento de creación de una corriente alternativa en el PSOE. Es más, se mofa. El análisis del equipo del presidente es que España y su sociedad han cambiado y no tiene cabida el mismo partido que hace dos o tres décadas.
El partido publicó ayer en su órgano de propaganda «El Socialista» su declaración de intenciones. Los socialistas reivindican la figura de Pedro Sánchez como su candidato a las elecciones generales, que insisten que serán en 2027 y subrayan que se trata del líder «mejor valorado» entre los votantes de los partidos, frente a Alberto Núñez Feijóo.
El partido agita la bandera electoral y pone en valor la gestión económica, los datos de empleo y sacan pecho del papel propalestino de España en la esfera internacional, todo un ejemplo, dicen de «dignidad mundial».
Todo, como hizo ante sus diputados y senadores, son píldoras argumentales listas para ser replicadas en campaña.
El texto sitúa a Sánchez como un referente frente a lo que denomina la «fusión» entre PP y Vox en la «ultraderecha española».
Los socialistas insisten en que, a dos años de las generales, su tarea es seguir gobernando, cumplir con las promesas y evitar caer en la dinámica de «barbaridades» que achacan a la oposición. «España crece», concluye el editorial, «y Pedro Sánchez es el artífice de uno de los mejores momentos del país en toda su historia»