Política

Caso Nóos

El contable de Nóos excluye a la Infanta de la gestión y apunta a Torres y Urdangarín

Marco Antonio Tejeiro, cuñado de Diego Torres, abandona los juzgados de Palma tras prestar declaración en 2012.
Marco Antonio Tejeiro, cuñado de Diego Torres, abandona los juzgados de Palma tras prestar declaración en 2012.larazon

En los minutos de descuento del «caso Nóos», tras cuatro años de investigaciones, ayer irrumpió por sorpresa en el procedimiento la figura del arrepentido.

En los minutos de descuento del «caso Nóos», tras cuatro años de investigaciones, ayer irrumpió por sorpresa en el procedimiento la figura del arrepentido. La cercanía del banquillo ha llevado al contable de la supuesta trama, Marco Antonio Tejeiro –cuñado del ex socio de Iñaki Urdangarín, Diego Torres– a firmar un escrito de ocho folios en el que asume su culpabilidad y reconoce el grueso de las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción en torno al Instituto Nóos. Tras pactar con el fiscal Pedro Horrach para conseguir una petición de condena menos gravosa, Tejeiro admite ahora que el grupo Nóos estaba integrado por empresas pantalla cuyo único objetivo era vaciar la asociación sin ánimo de lucro de los fondos obtenidos de las administraciones públicas. Unos beneficios que se repartían equitativamente, añade, el duque de Palma y Torres, a quienes correspondía «la dirección unitaria». Ambos, dice, lideraban el grupo «en su condición de jefes», disponiendo de «un absoluto control y poder de decisión». Tejeiro excluye de forma implícita a la Infanta Cristina, a la que ni siquiera menciona en su escrito, de la toma de decisiones en el presunto entramado.

Aizoon, la empresa que compartían al 50% Urdangarín y la Infanta, «carecía de infraestructura personal y de medios relevantes para el acometimiento de su actividad social», sostiene. Y mantiene que su objetivo era «desviar a su favor los fondos recibidos del Instituto Nóos». Éste último, aunque bajo el paraguas de una asociación sin ánimo de lucro, «funcionaba como una mercantil», persiguiendo por tanto «fines lucrativos» y valiéndose de su apariencia «para conseguir los convenios con las administraciones».

Tejeiro remitió su confesión a Horrach el pasado miércoles y el fiscal ya la ha puesto en manos del juez Castro, que la ha remitido a las partes por si quieren recurrir su incorporación a la causa.

El contable de Nóos apuntala las tesis del fiscal al afirmar que las empresas que orbitaban alrededor del Instituto actuaban «como si fueran una sola», compartiendo domicilio social y sin una distribución de funciones. Además, avala que algunos empleados se contrataban para conseguir beneficios fiscales y que sus supuestos sueldos «se los terminaban repartiendo» Torres y Urdangarín, al igual que los fondos públicos percibidos de las administraciones valenciana y balear (cerca de seis millones de euros) por la organización de cinco congresos sobre turismo y deporte entre 2004 y 2006.

No se efectuaban presupuestos detallados de esos congresos, cuenta, en los que en dos ocasiones se empezó a trabajar incluso antes de la firma de los convenios ante «las buenas perspectivas» de cerrar los acuerdos.

Lo hacía, explica, facturando al Instituto Nóos servicios que no se prestaban, recurriendo al cruce de facturas en busca de ese «reparto equitativo». Tejeiro valida la versión de la Fiscalía de que el coste de los eventos organizados en Baleares y la Comunidad Valenciana «fue notablemente inferior al importe recibido de los organismos públicos».

Tejeiro cuenta que Torres le informó de la creación de una estructura fiduciaria internacional, cuya finalidad era desviar fondos a paraísos fiscales y obtener ventajas fiscales. Las facturas emitidas por De Goes (una de las sociedades creadas con ese fin) contra Nóos –añade– «las confeccionó y me las entregó Diego Torres». Por orden del ex socio de Urdangarín también «se desvió dinero» a cuentas en Luxemburgo.

Por último, Tejeiro asegura que Torres y Urdangarín siguieron colaborando en Nóos al menos hasta enero de 2008, cuando él fue despedido, y que la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social se creó «para seguir desarrollando los mismos o similares eventos».