Crisis migratoria en Europa
El gesto de Sánchez divide a Europa
Las discrepancias entre países sobre la política de refugiados amenaza el Consejo Europeo.
Las discrepancias entre países sobre la política de refugiados amenaza el Consejo Europeo.
El rechazo de Italia y Malta a recibir al barco «Aquarius» ha reactivado el debate sobre la futura política de refugiados de la Unión Europea (UE) con profundas discrepancias, incluso en el seno del Gobierno alemán, donde el tema migratorio ha provocado la primera gran crisis de la legislatura entre la propia Angela Merkel y su ministro de Interior, Horst Seehofer. La crispación fue tal que obligó a aplazar un acto en el que planeaban presentar un plan maestro para el manejo de la crisis migratoria ante la petición de Seehofer de que se puedan rechazar peticionarios de asilo en las fronteras en caso de que éstos ya estén registrados en otros países europeos, algo que no acepta la canciller.
Lejos de quedar en algo puntual, este asunto fue magnificado por la visita ayer a Berlín del canciller austriaco, Sebastian Kurz, que una vez más mostró las divergencias entre los diferentes socios europeos en materia migratoria. Si Kurz defendió que la UE tome un rumbo más restrictivo con el objetivo de «detener» las corrientes migratorias, Merkel aludió al deber de prestar «auxilio humanitario» a quien lo precisa. De hecho, la canciller llamó a dar una «solución unitaria» para la política migratoria y alertó contra toda respuesta «unilateral», al tiempo que insistió en la necesidad de lograr un reparto «equilibrado» de los refugiados. «Ningún país puede cambiar unilateralmente las reglas de asilo en la UE», añadió Merkel, en tono de advertencia a sus socios comunitarios, pero también a las presiones en su gran coalición para que cierre sus fronteras y adopte una línea más restrictiva. Austria asumirá el 1 de julio la presidencia de turno de la UE y Kurz, por su parte, dejó claro que uno de sus objetivos será reforzar Frontex. Mientras tanto, el «Aquarius» ha provocado un choque diplomático entre Italia y Francia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, denunció ayer el «cinismo» y la «irresponsabilidad» del Gobierno de Italia en la gestión del barco y expresó su intención de hablar con las autoridades italianas, españolas y maltesas sobre la crisis europea abierta por el rechazo a los inmigrantes del barco. Unas palabras que, poco después, fueron replicadas por el vicepresidente italiano Luigi di Maio que consideró «vergonzoso» que Francia y España «den lecciones» tras el rechazo al barco y avanzó que «nada será como antes» en materia migratoria.
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