Gobierno de España

Santamaría carga contra Sánchez por ceder votos para «romper España»

Los servicios jurídicos estudian si la Consejería de Exteriores catalana asume competencias del Estado

Soraya Sáenz de Santamaría
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Los servicios jurídicos estudian si la Consejería de Exteriores catalana asume competencias del Estado

Ni el Gobierno ni muchos sectores socialistas entienden la decisión del PSOE de ceder dos escaños para que ERC y Democracia y Libertad, la nueva marca del partido de Artur Mas en las últimas elecciones generales, puedan tener cada uno su grupo en el Senado. Desde el Ejecutivo en funciones, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, defendió ayer que la decisión es «bastante incomprensible» y un «grave error» porque supone ceder votos socialistas y senadores socialistas al independentismo. «¿A qué está dispuesto a prestarse Pedro Sánchez para lograr lo que no le han dado los votos, para conseguir formar Gobierno?», se preguntó la vicepresidenta. Para añadir a continuación que si esto es en lo que consiste el federalismo asimétrico que defiende el PSOE es «muy preocupante». Sáenz de Santamaría exigió al líder del PSOE que dé explicaciones a los españoles y a sus votantes en particular, porque, a su juicio, muchos de ellos no deben entender su estrategia de acercamiento a los que quieren «romper España».

El Gobierno en funciones encontró ayer un filón en esta cesión de Ferraz para ir preparándose el terreno para un escenario en el que Sánchez opte a la investidura. Los números no le dan sólo con Podemos o con Ciudadanos, y el cambalache del Senado es la gallina de los huevos de oro para los populares, porque les sirve para alimentar las tensiones internas en el PSOE y para reforzar su discurso sobre la supuesta disposición del líder del PSOE a optar por un Gobierno débil en la defensa de la unidad de España en su «obsesión política por negociar con todos menos el PP».

En ese sentido, Moncloa advirtió precisamente ayer de que España hace frente en estos momentos a una «situación excepcional» por el desafío independentista, lo que convierte en más grave, según recalcan, la decisión de Sánchez de ceder votos de su formación a los independentistas. «Es malísimo. Le seguimos invitando a la responsabilidad porque no es que no lo entienda yo, sino que no lo entienden muchos votantes del PSOE», sentenció la vicepresidenta. Sáenz de Santamaría instó además al secretario general del PSOE a que anteponga el interés general por encima del personal. En su opinión, la cesión es totalmente incomprensible y no se puede asegurar que se está a favor de la unidad de España y faltar a este compromiso dando voz a quienes pretenden «romperla».

Desde Moncloa volvieron ayer a apelar a la oferta de acuerdo a socialistas y a Ciudadanos planteada por Mariano Rajoy porque «responde a la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas, que eligieron una agenda moderada, de corte nacional, y que asegurara que en esta legislatura no iba a materializarse ningún tipo de cesión en lo que afecta a la unidad de España, y que ésta no se vería en duda, ni perjudicada, ni debilitada, ni aniquilada». La gran coalición que defiende Rajoy supondría asegurar también la recuperación económica, inciden desde el entorno del líder popular.

Por otra parte, la vicepresidenta en funciones confirmó que están a la espera de que los servicios jurídicos del Estado resuelvan si hay motivo para impugnar la toma de posesión del nuevo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Y aclaró que también están estudiando si las competencias de la nueva Consejería de Exteriores de la Generalitat, que dirige Raül Romeva, exceden lo que estableció la doctrina del Constitucional en el 92. La vicepresidenta ratificó que estarán vigilante sobre las decisiones que adopten el presidente de la Generalitat, su Gobierno o el Parlamento. Y también confirmó que no ha habido contactos entre Rajoy y Puigdemont. De él sólo esperan que abandone la deriva independentista y se ajuste a la legalidad.

Moncloa recordó ayer que «hay un elemento importante» que no debe olvidarse, la declaración de independencia que fue declarada nula por el Constitucional «y que no puede producir efectos». «Estaremos muy vigilantes y en caso de que haya violación legal, actuaremos». Moncloa también recuerda que, pese a la situación de transición en la que se mueve la política en Madrid, Rajoy seguirá atendiendo las relaciones institucionales con la Generalitat para preservar el bienestar de los catalanes. «Los catalanes no se han visto perjudicados por el desastre de gestión del Gobierno de Mas porque el Gobierno de la Nación ha seguido ejerciendo de Gobierno de todos los catalanes», subrayó Santamaría.

Por último, sobre la información adelantada por Antena 3, que señala que Puigdemont habría recibido subvenciones por valor de casi 400.000 euros por sus dos empresas periodísticas cuando era diputado, la vicepresidenta defendió que «los ciudadanos se merecen una explicación» y resaltó que estos hechos ocurrieron precisamente en tiempos de escasez y dificultad económica. «El Gobierno ha colaborado intensamente para que se pudieran pagar los servicios públicos, para que cobraran los proveedores y se abonaran las nóminas», y esto hace más necesario aún que el presidente catalán dé explicaciones.