El misterio del hombre que susurraba a Ben Laden

¿Dónde está Mustafá Setmarian? Desde octubre de 2005, el paradero del que fuera fundador de Al Qaeda en España y actual jefe militar e ideólogo del Estado Islámico es un misterio. Han pasado más de diez años y en todo este tiempo su pista se ha perdido casi tantas veces como se ha vuelto a encontrar, aunque nunca ha habido ninguna confirmación oficial, ni de lo primero ni de lo segundo.

Todo comienza el 5 de octubre del año 2005, cuando se informa de que Setmarian ha sido detenido en la ciudad de Quetta (Pakistán). No hay datos oficiales y la única confirmación llega de su esposa, la española Elena Moreno. Según aseguraba entonces, su esposo había sido entregado por agentes paquistaníes a Estados Unidos y se encontraba preso en una cárcel secreta de la CIA. Pero las dudas seguían en el aire y mientras unas fuentes aseguraban que sí, que se encontraba en un penal estadounidense, otras decían que no fue detenido.

Pese a todo, desde España se decide impulsar, en 2009, su búsqueda. Lo hace el juez Baltasar Garzón amparándose en una orden de busca y captura emitida en 2001 por su implicación en la creación de la rama española de Al Qaeda.

Las noticias sobre Setmarian seguían siendo confusas y lo son aún más varios años después, cuando se informa de que en 2008 fue entregado a Al Qaeda. Es al menos lo que confirman unos documentos secretos del Departamento de Defensa de Estados Unidos que fueron redactados, supuestamente, en Guantánamo. Así que la Audiencia Nacional volvió a insistir en su localización y reclamó a Siria que aclarase si Setmarian se encontraba en su país. Pero nadie respondía a las demandas de la Justicia española.

Su periplo nunca confirmado por medio mundo volvió a ser noticia cuando a finales de 2011 sale a la luz la noticia de que Siria excarceló al actual ideólogo del Daesh junto a otro terrorista, Abu Khalid. En este caso, la esposa de Setmarian no tenía constancia de que fuese una realidad. Eso sí, en los foros yihadistas se celebraba dicha liberación.

Meses después, aún sin noticias, los servicios de inteligencia europeos reciben el «soplo» de que se encuentra en el sur de Líbano, en un campo de refugiados, preparando atentados contra embajadas occidentales, apoyado por grupos radicales de la zona.

Sin tiempo para reaccionar, volvió a esfumarse y con el paso de los meses volvieron a sucederse las hipótesis sobre su paradero, entre las que destaca una de los servicios secretos estadounidenses, que apunta a que falleció en la cárcel siria de la que, supuestamente, fue liberado.