El plan oculto para resucitar a un secretario general olvidado

Borrell se sumó a las filas sanchistas y se especula con que se presentará a las primarias

La complicada coyuntura que atraviesa el PSOE y que tuvo su punto álgido en la dimisión de Pedro Sánchez ha propiciado que la figura de Josep Borrell emerga de nuevo y salga del ostracismo en el que le sumió otra dimisión, la suya propia en mayo de 1999. Este leridano, ministro de Obras Públicas en el último Ejecutivo de Felipe González, defendió con firmeza al último secretario general de los ataques que estaba recibiendo de Susana Díaz y el resto de barones autonomicos del PSOE. «Si esto fuera un golpe de Estado, estaría organizado por un sargento chusquero», dijo refiriendose a la táctica de acoso y derivo que finalmente logró que Sánchez abandonara su cargo y tomara las riendas del partido una gestora. Borrell se mostró partidario asimismo de que se celebre cuanto antes un congreso federal y, de hecho, se ha especulado con la posibilidad de que se presente a las primarias con el apoyo de Pedro Sánchez en una suerte de «operación Borrell» que el protagonista no ha confirmado de momento.

De hacerse con el control del partido en ese futuro congreso federal sería la segunda vez que Josep Borrell ostenta la secretaría general del PSOE. La primera vez fue en 1998, cuando los socialistas estaban en la oposición y el catalán ganó las primarias a Joaquin Almunia, que en aquel entonces era el secreatario general. Víctima de una maniobra análoga a la operada con Sánchez, Borrell dimitió de su cargo (que volvió a ocupar inmediatamente Almunia) salpicado además por el escándalo de fraude fiscal de de Ernesto de Aguiar y José María Huguet, que colaboraron con él durante su etapa como secretario de Estado de Hacienda. Borrell se refugió, como tantos tras abandonar la primera línea de la política, en Europa. Concretamente fue presidente del Parlamento Europeo desde 2004 a 2007.

Si finalmente la «operación Borrell» se materializa y vuelve a tener el Partido Socialista en sus manos, no hay muchas dudas de hacia dónde virará el PSOE. Borrell ha manifestado en muchas ocasiones la necesidad que tiene el partido de realizar una «profunda reflexión» sobre Podemos, eufemismo que apunta a una convergencia con los de Iglesias. No en vano, Borrell ha asegurado que es el partido donde están «muchos de los hijos de los socialistas».