El PP se aferra a los indecisos mientras crece la preocupación

Hay alivio porque no se confirme el «sorpasso» de Rivera y miedo a que el declive sea ya imparable.

En los tiempos difíciles también los partidos buscan consuelo en el mal menor. Y ayer fue curioso constatar cómo en el PP se recibió «con cierto alivio» el sondeo de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que anuncia que siguen dejándose votantes en el camino, mientras que Ciudadanos se consolida como su más directo adversario al colocarse como segunda fuerza en intención de voto.

Este «alivio» nace del hecho de que posiblemente por primera vez en las filas populares empiezan a ver como una hipótesis verosímil que el partido de Albert Rivera pueda colocarse por delante de ellos. El «sorpasso» es la palabra maldita en estos momentos para el PP, y que ayer el CIS confirmase que siguen siendo el partido con más apoyo entre los españoles hizo que más de uno dentro de la estructura popular encontrase motivos para tomar aire.

Una sensación palpable incluso a nivel territorial, que es donde más preocupación existe por la situación que atraviesa el partido, ya que las elecciones autonómicas y municipales son el primer examen al que tendrán que enfrentarse, y son los dirigentes autonómicos y provinciales los que se jugarán en mayo del año que viene sus cargos.

Ese «cierto alivio» lo justifican en que a pesar de que esta encuesta coincida con su «peor momento», Ciudadanos no supera al PP y en las «tripas» del sondeo del CIS hay «un alto grado de voto indeciso». Tanto como para que esa bolsa de votos pueda considerarse como la cuarta fuerza electoral. «Temíamos que nos superasen en la encuesta más amplia que se hace en España. El porcentaje de indecisos demuestra que hay partido si se hacen las cosas bien», comentaba ayer tarde uno de los dirigentes territoriales que tiene que pasar el examen de las urnas autonómicas.

Ahora bien, en las «tripas» del PP también empezaron ayer a cruzarse proyecciones territoriales sobre los resultados del CIS. Y tan cierto es que muchos respiraron al ver frenarse el fantasma del «sorpasso» como que hay una corriente de opinión dentro del PP que lee estos datos como la confirmación de que «no es nada fácil que sean ya capaces de remontar». Se preguntan si la posición exacta es la que ofrece el CIS o el resto de sondeos, pero consideran que todas las encuestas evidencian «un declive creciente».

Así, de la proyección territorial del CIS apuntan que si se convocasen elecciones autonómicas en Andalucía, el PSOE ganaría «sin problemas». Hay rumores de que pueden celebrarse en otoño. En el PP tienen, asimismo, en cuenta que la muestra del CIS, con encuesta domiciliaria, prima mucho a los inactivos, «que ahora son la base del PP, por lo que resulta raro prever que la corrección posterior nos mejore mucho».