Política

Crisis en el PSOE

El PSC marcará la ruptura del PSOE

Los 17.000 militantes del socialismo catalán eligen hoy en primarias a su líder entre Núria Parlon o Miquel Iceta. Ambos mantienen el «no» a la investidura de Rajoy y quien gane lo defenderá la próxima semana en la reunión con la gestora.

Iceta, ayer en un acto con militantes en Hospitalet de Llobregat
Iceta, ayer en un acto con militantes en Hospitalet de Llobregatlarazon

Los 17.000 militantes del socialismo catalán eligen hoy en primarias a su líder entre Núria Parlon o Miquel Iceta. Ambos mantienen el «no» a la investidura de Rajoy y quien gane lo defenderá la próxima semana en la reunión con la gestora.

Es el día D. A las ocho de la noche, la hora H. Los 17.000 militantes socialistas catalanes dirimirán quién debe ser su máximo dirigente para afrontar no pocos problemas. Desde el año 2008, el PSC ha ido perdiendo fuelle. Ese año, consiguió 25 diputados en el Congreso. Hoy, sólo tiene siete escaños en el Parlamento. Por si fuera poco, tiene abierto un cisma con la Comisión Gestora del PSOE por su intención de votar en contra de la investidura de Rajoy –en eso están de acuerdo los dos candidatos–, constata una fuerte división interna en torno al «monodebate» catalán sobre el derecho a decidir, está en el peor de sus momentos para hacer frente a la deriva soberanista que se agravará en los próximos meses y su poder municipal está muy mermado.

Miquel Iceta Llorens –56 años–, actual primer secretario, y Núria Parlón Gil –42 años–, alcaldesa de Santa Coloma y vicesecretaria general, son los dos candidatos. Iceta salvó los muebles del socialismo catalán tras la desastrosa gestión de Pere Navarro. Pero el PSC es un partido a la defensiva aunque la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión le hace revivir situándolo por encima de Ciudadanos pero por debajo de las huestes de Ada Colau. Sus críticos le achacan que está más interesado en «los medios de comunicación que en visitar las agrupaciones» y le critican «la debilidad de su ejecutiva que no ha estado a la altura». Parlon ganó las municipales doblegando a Podemos y borrando del mapa municipal a convergentes y republicanos. Obtuvo mayoría absoluta en el Consistorio y tiene una fuerte ascendencia entre los cuadros más jóvenes del PSC. Quiere dar dinamismo a un nuevo partido que aspire a volver a ocupar el puesto relevante que tuvo en la política catalana y española. La joven alcaldesa de Santa Coloma lleva tiempo pateándose las agrupaciones socialistas, «muy necesitadas de cariño».

Iceta ha ligado mucho su futuro a Pedro Sánchez. «Demasiado, no ha sido prudente», afirma un alto dirigente socialista. Le apoya en su candidatura, pero es crítico con algunas de sus actuaciones. Parlon ha sido más hábil. Formó parte del gobierno en la sombra de Sánchez, mantenía una estrecha relación con él, pero también con otros dirigentes socialistas como Ximo Puig y Susana Díaz, con la que compartió un acto en Hospitalet, acompañada de Núria Marín, la alcaldesa de la ciudad. Las primarias se presentan reñidas. La partida empezó con «un momento CUP», en definición de Miquel Iceta, cuando los dos candidatos empataron a avales. Esta noche sabremos si gana un PSC «que pise más la calle y menos moqueta, que plantee soluciones y no que se limite a señalarlas», el de Parlon, o un PSC que elija «una persona para liderar el partido y una parte de la sociedad que quiere y va a dar la batalla democrática», el de Iceta.

Parlón cuenta con el apoyo de la poderosa Federación del Baix Llobregat, dirigida por Antonio Poveda. Este apoyo fue palpable en la recogida de avales. Más de 1.000 para Parlon y sólo 300 para Iceta. Los dirigentes territoriales han sido prudentes, conscientes de la dificultad de la situación, y no se han posicionado en exceso. Sin embargo, Parlón estuvo presente en el inicio de las populosas fiestas del barrio de Gràcia en Barcelona, de la mano de Jaume Collboni, el líder socialista de Barcelona, o en las fiestas de los Castells de Vilafranca, acompañada de la cúpula de esta federación. Unos gestos que no han pasado desapercibidos en una militancia «que está volviendo a pisar las sedes del partido porque Núria les ha insuflado esperanza», afirman en su entorno. Iceta ha recibido el apoyo público de Celestino Corbacho, Manuela de Madre o José Montilla y ha sido bien acogido en el territorio. Después de un diluvio universal y con la mitad de la ciudad de Cerdanyola a oscuras por la tormenta, más de 150 militantes aguantaron estoicos la llegada de Iceta. Al final, el líder socialista no llegó por el atasco, pero sus fieles se mantuvieron al pie del cañón hasta el último momento.

El año que viene cumplirá 40 años de militancia y se ve con fuerzas para seguir al frente del partido. Si no lo consigue, sus conocidos bailes, que le convirtieron en estrella mediática, pasarán a un segundo plano porque no aceptará la presidencia del partido y del grupo parlamentario que le ofrece Parlon. Hoy los militantes elegirán su próximo primer secretario. Sólo eso. No se despejarán las dudas sobre la polémica ponencia política que Iceta presentará al Congreso y que ha recibido más de un centenar de enmiendas. Según esta ponencia, si Cataluña rechaza una reforma constitucional, el PSC propone una consulta similar a la canadiense. La propuesta no ha gustado a Parlon que prefiere mantener el pulso para conseguir una consulta pactada tras «desarrollar los acuerdos de Granada y llevar adelante la reforma constitucional». Tampoco se despejarán las dudas sobre quién será el candidato del PSC en unas más que posibles e inminentes elecciones autonómicas. «Iceta salvó al PSC en las últimas, pero no hay perspectivas de mejorar. Con Parlón, no hay nada escrito», afirma un diputado socialista conocedor de los entresijos de la organización. Este es su gancho en una buena parte de la militancia que lleva años condenada al ostracismo. Iceta es la garantía de resistencia, Parlon es la apuesta del «socialismo catalán de futuro». Esta noche el PSC iniciará un nuevo capítulo de su historia. Quién sabe si el último. De momento, el que gane, tendrá una patata caliente en sus manos. Hablará, cara a cara, con el líder de la Gestora. La idea de que algunos diputados se ausenten de la segunda votación, para permitir su investidura, y el socialismo vote «no» a Rajoy es la opción que abrazan los dos candidatos del PSC. Se salvaría el primer «round» y se evitarían más tensiones con el PSOE.