Política

Castilla y León

El voto telemático en el banquillo

El voto electrónico o telemático es aquel en el que quien vota lo hace de modo remoto.

El voto telemático en el banquillo
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El voto electrónico o telemático es aquel en el que quien vota lo hace de modo remoto.

La declaración de más de 80 votos nulos en las primarias para la Presidencia de la Junta de Castilla y León por parte de Ciudadanos ha puesto los ojos nuevamente en el voto telemático. El voto electrónico o telemático es aquel en el que quien vota lo hace de modo remoto. Esto quiere decir que las papeletas son digitales y se depositan en una urna remota. Es muy cómodo para los ciudadanos que no tienen que acercarse a ningún sitio y pueden votar desde cualquier lugar del globo. Basta con dar su DNI y se les envía una clave al correo electrónico y tanto la autorización para votar como el voto se envían por internet.

Tres años atrás Ciudadanos utilizó el software Agora Voting para sus primarias. Y ya entonces comenzaron las dudas. En un mundo idílico, votar de este modo es sencillo: DNI, luego clave y finalmente voto. Tras esto se emite un comprobante del mismo. Pero, ¿qué pasa si alguien pierde la contraseña? ¿Qué ocurre si un sistema automático entra con varios ordenadores al mismo tiempo, con la misma clave? Y, la pregunta más importante, ¿cuán complejo es hackear el sistema? El año pasado, en la conferencia más importante de ciberseguridad, Def Con, celebrada en Las Vegas, a una niña de 11 años le tomó menos de 10 minutos, hackear el software del sistema de votos usado en Florida (Estados Unidos). Y ella fue la primera. Le siguieron luego decenas de pequeños hackers que proclamaron ganador de las elecciones estatales, entre otros, a Kim Jong-un por el partido comunista con un trillón de votos, por delante del rapero Lil Pump que obtuvo «apenas» 46 millones de votos, más del doble de la población total del mencionado estado.

Uno de los mayores problemas de este sistema es que no queda ningún registro físico que respalde el voto emitido, lo que hace que cualquier intento de auditarlo, sea imposible. Al mismo tiempo, el Panel de Opciones Científicas y Tecnológicas del Parlamento Europeo (STOA) señala que este sistema tiene un alto riesgo de fraude por parte de hackers. Y es que la verificación de quien vota no se lleva a cabo sobre la persona, solo sobre el número de DNI y una clave que se envía por correo. Cualquiera puede votar en nuestro nombre y viceversa. Solo basta tener acceso al correo electrónico, algo sencillo si una persona utilizó nuestro móvil para descargarse una app o abrir su mail alguna vez. Y más sencillo aún si se trata de un ordenador compartido por una familia o un dispositivo que habitualmente se conecta a redes wifi públicas, poco seguras, en las que se registra con su mail.