En España hay una "degradación"de los símbolos nacionales

En España hay una "degradación"de los símbolos nacionales y hay que hacer algo para revertir la situación. Ésa fue la principal idea que se puso ayer sobre la mesa en un desayuno organizado por el Grupo Atenea y que contó con la participación del sociólogo Amando de Miguel, el magistrado de la Audiencia Nacional José Luis Requero -colaborador de LA RAZÓN-, los diputados Vicente Ferrer (PP) e Ignacio Sánchez Amor (PSOE), y el presidente de la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES), Santiago Abascal. Así, De Miguel recalcó que los símbolos son "un uso social", al igual que la comida, el atuendo o el lenguaje, y que están padeciendo una "degradación"no sabe si moral pero "por lo menos"estética. A su juicio, aunque hay un "pequeño atisbo de cambio", principalmente por el fútbol, la "clave"para cambiar las cosas está en la escuela.

En la misma línea, el popular Ferrer aseguró que, tanto en las familias como en los colegios, hay que enseñar "amor a la libertad, a la democracia, a las instituciones"y recordar a los niños que son "un grupo privilegiado"por haber tenido "la inmensa suerte de nacer en España". El socialista Sánchez Amor señaló que hay una "tónica general de alejamiento de los símbolos"y también reclamó "un plan de formación consensuado, que no se modifique cuando cambie el color de los partidos de Gobierno".

Por su parte, Abascal lamentó que "la mayor parte de la sociedad, incluidos los políticos"desconoce el significado del himno y la bandera, que "no son sólo unas notas o un trozo de tela". Para el hijo del histórico político vasco Santiago Abascal Escuza, éste es un "problema colectivo"aunque está centrado en el País Vasco y Cataluña, en donde se está viviendo "un proceso de secesión"que, en su opinión, responde a una "estrategia política determinada".

SENTENCIAS CONDENATORIAS CONTRA LOS ULTRAJES

En este contexto, Requero valoró que el ordenamiento jurídico recoge los hechos históricos y las tradiciones y los eleva a hecho jurídico -mediante la Constitución y la ley de banderas-, de forma que protege los símbolos y condena los ataques contra ellos. Según destacó, con la ley en mano, la "gran mayoría"de las sentencias con relevancia penal por este tipo de atentados son condenatorias, aunque lamentó que en el caso de los símbolos religiosos se suele primar la libertad de expresión. Eso sí, advirtió de que "no depende de los tribunales que los españoles amen sus símbolos", sino que estos "deben juzgar determinadas acciones, como no colgar la bandera".

Y precisamente fue esta cuestión, la del cumplimiento de la ley de banderas, la que acaparó gran parte del debate. Los diputados Ferrer y Sánchez Amor defendieron que se aplique en todos sus términos la legislación actual, mientras que De Miguel se mostró partidario de que la enseña nacional se sitúe "en todos los lugares financiados con dinero público". Abascal fue el que llevó el tema más lejos, al pedir una nueva ley porque la actual no está acompañada de "un aparataje sancionador"que funcione.

Junto a estas propuestas, también salieron a relucir otras como la necesidad de poner letra al himno nacional, la importancia de que la gente conozca a los héroes españoles o la petición de respeto a la Monarquía, una institución a la que alguno reclamó "ejemplaridad".