Barcelona
Engaño manifiesto
-Legitimidad histórica: las referencias que se hacen son absolutamente ahistóricas porque, hasta ese momento, las Cortes eran estamentales. Hablar de parlamentarismo catalán en el siglo XIII es como hablar de democracia en el sur de Estados Unidos en el XIX, cuando era legal la esclavitud. En la Edad Media, en Cataluña, los siervos estaban vinculados a sus señores y a la tierra, había un vínculo privado de dependencia personal por encima del vínculo político.
-Guerra de Sucesión: es una guerra por la sucesión de la Corona de España, no por la independencia de Cataluña, y por la defensa de priviliegios estamentales. Lo que se dilucida es quién va a gobernar el imperio español.
-II Republica: Cataluña es región autónoma. Siendo presidente de la Generalitat, Lluis Companys declara el estado catalán el 7 octubre 1934, lo que hace que Lerroux declare el estado de guerra, diciendo literalmente que el presidente de la Generalitat, «faltando a su honor, a sus obligaciones y a todas sus responsabilidades ha declarado el Estado Catalán». Por algo parecido a lo de hoy, las tropas de la República entraron en Barcelona.
-Etapa franquista: como mucho, la lucha por la democracia y la libertad contra el régimen franquista se situó en los mismos niveles que en el resto de España.
-Sujeto político: el titular de la soberanía es el pueblo español, no el catalán. La votación a favor de la Constitución es del pueblo español, no del catalán, y sin duda se vota a favor de la autonomía, pero no de la independencia.
-Legitimidad histórica: desde hace más de 1.000 años el pueblo catalán nunca ha tenido entidad política propia. Ha dependido del Reino Franco o del Reino de Aragón o, a partir de 1492 de la unificada Corona de España, pero nunca ha tenido entidad política independiente de los reinos a los que ha pertenecido.
-Parlamentarismo: es inconcebible que utilicen al Parlamento catalán actual, que se constituye dentro de la estructura jurídica y constitucional de España, para legitimar un proceso contrario a la propia Constitución. El Parlamento está obligado y elegido para cumplir la legalidad vigente. El actual Parlamento tiene un mandato a favor de la independencia que ha sido en contra de la propia esencia del principio democrático de la elección. Es decir, es una manipulación de la legitimidad democrática del propio Parlamento.
-Europa: hay un engaño manifiesto al pueblo catalán al hablar de Europa, puesto que los tratados europeos establecen que el territorio y la soberanía de cada uno de los estados depende exclusivamente de cada uno de los estados miembros. La unión no tiene potestad alguna para decidir o reconocer secesiones dentro de los Estados miembro.
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